Versículos de la Biblia sobre 'Del'
- ¡Cuán hermosos son sobre los montes
los pies del que trae alegres nuevas,
del que anuncia la paz,
del que trae nuevas del bien,
del que publica salvación,
del que dice a Sión: «¡Tu Dios reina!»! - No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes del mal.
- Las palabras del sabio están llenas de gracia,
mas los labios del necio causan su propia ruina. - Abre tu boca, juzga con justicia
y defiende la causa del pobre y del menesteroso. - Humillaos delante del Señor y él os exaltará.
- La gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos vosotros. Amén.
- No me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación de todo aquel que cree, del judío primeramente y también del griego.
- Por tanto, id y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado. Y yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
- Apártate del mal y haz el bien;
busca la paz y síguela. - Y todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo.
- Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es.
- El hombre bueno, del buen tesoro de su corazón saca lo bueno; y el hombre malo, del mal tesoro de su corazón saca lo malo, porque de la abundancia del corazón habla la boca.
- Como el rostro en el agua es reflejo del rostro,
así el hombre se refleja en el corazón del hombre. - Antes del quebranto se engríe el corazón del hombre,
pero antes de los honores está la humildad. - Porque nada de lo que hay en el mundo —los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida— proviene del Padre, sino del mundo.
- Ya que todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo.
- Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio acerca de mí.
- ¿Pues qué, si vierais al Hijo del hombre subir a donde estaba primero?
- Nadie busque su propio bien, sino el del otro.
- Y el Verbo se hizo carne
y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad;
y vimos su gloria,
gloria como del unigénito del Padre. - Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, os aparten de sí, os insulten y desechen vuestro nombre como malo por causa del Hijo del hombre.
- Guarda tu lengua del mal
y tus labios de hablar engaño. - Los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
- Plata pura es la lengua del justo,
mas es nada el corazón de los malvados. - Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
y sus oídos atentos a sus oraciones;
pero el rostro del Señor está contra aquellos que hacen el mal. - El que habita al abrigo del Altísimo
morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo a Jehová: «Esperanza mía y castillo mío;
mi Dios, en quien confiaré.» - Así que, si os dicen: “Mirad, está en el desierto”, no salgáis; o “Mirad, está en los aposentos”, no lo creáis, porque igual que el relámpago sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre.
- Riquezas, honor y vida
son el premio de la humildad y del temor de Jehová. - Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.
- Procurando mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
- Los labios del necio provocan contienda;
su boca, a los azotes llama. - Por Jehová son ordenados los pasos del hombre
y él aprueba su camino. - Así que, exaltado por la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.
- El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.
- Muchas son las aflicciones del justo,
pero de todas ellas lo librará Jehová. - Porque ¿quién de entre los hombres conoce las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Del mismo modo, nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.
- La congoja abate el corazón del hombre;
la buena palabra lo alegra. - Salí del Padre y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo y regreso al Padre.
- Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
- El corazón del hombre se propone un camino,
pero Jehová endereza sus pasos. - La memoria del justo es bendecida,
mas el nombre de los malvados se pudrirá. - ¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios.
- Luego dijo Jehová Dios: «El hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conocedor del bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre.» Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrara la tierra de la que fue tomado.
- Porque el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la Ley.
- Los labios del justo saben decir lo que agrada,
mas la boca de los malvados habla perversidades. - Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguien come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
- Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor.
- Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre,
pero el consejo de Jehová es el que permanece. - Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo.
¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios? - Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
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