Versículos de la Biblia sobre 'Del'
- Qué hermosos son, sobre los montes,
los pies del que trae buenas noticias,
del que proclama la paz,
del que anuncia buenas noticias,
del que proclama la salvación,
del que dice a Sión:
«¡Tu Dios reina!». - No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno.
- Las palabras del sabio son placenteras,
pero los labios del necio son su ruina. - Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu.
- Humíllense delante del Señor y él los exaltará.
- Plata refinada es la lengua del justo;
el corazón del malvado es de poco valor. - Que la gracia del Señor Jesucristo, el amor de Dios y la comunión del Espíritu Santo sean con todos ustedes.
- Recompensa de la humildad y del temor del Señor
son las riquezas, la honra y la vida. - Por tanto, vayan y hagan discípulos de todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles a obedecer todo lo que les he mandado a ustedes. Y les aseguro que estaré con ustedes siempre, hasta el fin del mundo.
- Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.
- Los labios del justo saben lo que conviene,
pero de la boca del malvado brota perversidad. - Que se aparte del mal y haga el bien;
que busque la paz y la siga. - Porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo».
- Y Dios el Señor dijo: «El ser humano ha llegado a ser como uno de nosotros, pues tiene conocimiento del bien y del mal. No vaya a ser que extienda su mano y también tome del fruto del árbol de la vida, lo coma y viva para siempre». Entonces Dios el Señor expulsó al ser humano del jardín del Edén para que trabajara la tierra de la cual había sido hecho.
- ¿Qué tal si vieran al Hijo del hombre subir adonde antes estaba?
- Cuando venga el Consolador que yo les enviaré de parte del Padre, el Espíritu de verdad que procede del Padre, él testificará acerca de mí.
- Dichosos serán ustedes cuando los odien,
cuando los discriminen, los insulten y los desprestigien
por causa del Hijo del hombre. - Porque los ojos del Señor están sobre los justos,
y sus oídos, atentos a sus oraciones;
pero el rostro del Señor está contra los que hacen el mal. - Por eso, si les dicen: “¡Miren que está en el desierto!”, no salgan; o: “¡Miren que está en la casa!”, no lo crean. Porque así como el relámpago que sale del oriente se ve hasta en el occidente, así será la venida del Hijo del hombre.
- Porque nada de lo que hay en el mundo —los malos deseos de la carne, la codicia de los ojos y la arrogancia de la vida—, proviene del Padre, sino del mundo.
- El que habita al abrigo del Altísimo
descansará a la sombra del Todopoderoso.
Yo digo al Señor: «Tú eres mi refugio,
mi fortaleza, el Dios en quien confío». - Los labios del necio son causa de contienda;
su boca incita a la riña. - El Señor afirma los pasos del hombre
cuando le agrada su modo de vivir. - Que nadie busque sus propios intereses, sino los del prójimo.
- Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.
- Tengo sed de Dios, del Dios vivo.
¿Cuándo podré presentarme ante Dios? - Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y los protegerá del maligno.
- Muchas son las angustias del justo,
pero el Señor lo librará de todas ellas. - El corazón del hombre traza su rumbo,
pero sus pasos los dirige el Señor. - El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha estado pecando desde el principio. El Hijo de Dios fue enviado precisamente para destruir las obras del diablo.
- Salí del Padre y vine al mundo; ahora dejo de nuevo el mundo y vuelvo al Padre.
- Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.
- El aguijón de la muerte es el pecado y el poder del pecado es la Ley.
- Y no nos dejes caer en tentación,
sino líbranos del maligno. - Los preceptos del Señor son rectos:
traen alegría al corazón.
El mandamiento del Señor es claro:
da luz a los ojos. - La angustia abate el corazón del hombre,
pero una palabra amable lo alegra. - Defiendan la causa del débil y del huérfano;
háganles justicia al pobre y al oprimido. - Les aseguro que todo el que peca es esclavo del pecado —afirmó Jesús—.
- La Ley del Señor es perfecta:
infunde nuevo aliento.
El mandato del Señor es digno de confianza:
da sabiduría al sencillo. - Los chismes son deliciosos manjares;
penetran hasta lo más íntimo del ser. - Muchos son los planes en el corazón de las personas,
pero al final prevalecen los designios del Señor. - El comienzo de la sabiduría es el temor del Señor;
conocer al Santo es tener entendimiento. - Que la gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén.
- Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
- Ustedes son la luz del mundo. Una ciudad en lo alto de una montaña no puede esconderse.
- El temor del Señor es el principio del conocimiento;
los necios desprecian la sabiduría y la disciplina. - La riqueza del rico es su baluarte
y este cree que sus muros son inalcanzables. - Que la gracia del Señor Jesucristo sea con su espíritu.
- A la verdad, no me avergüenzo del evangelio, pues es poder de Dios para la salvación de todos los que creen: de los judíos primeramente, pero también de los que no son judíos.
- El justo se ve coronado de bendiciones,
pero la boca del malvado encubre violencia.