Versículos de la Biblia sobre la Paz
- El Señor te bendiga y te guarde;
el Señor te mire con agrado
y te extienda su amor;
el Señor te muestre su favor
y te conceda la paz. - Yo les he dicho estas cosas para que en mí hallen paz. En este mundo afrontarán aflicciones, pero ¡anímense! Yo he vencido al mundo.
- No se inquieten por nada; más bien, en toda ocasión, con oración y ruego, presenten sus peticiones a Dios y denle gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, cuidará sus corazones y sus pensamientos en Cristo Jesús.
- La paz les dejo; mi paz les doy. Yo no se la doy a ustedes como la da el mundo. No se angustien ni se acobarden.
- Que el Señor de paz les conceda su paz siempre y en todas las circunstancias. El Señor sea con todos ustedes.
- Dichosos los que trabajan por la paz,
porque serán llamados hijos de Dios. - En efecto,
«el que quiera amar la vida
y gozar de días felices,
que refrene su lengua de hablar el mal
y sus labios de proferir engaños;
que se aparte del mal y haga el bien;
que busque la paz y la siga.» - En paz me acuesto y me duermo,
porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado. - Al de carácter firme
lo guardarás en perfecta paz,
porque en ti confía. - Que gobierne en sus corazones la paz de Cristo, a la cual fueron llamados en un solo cuerpo. Y sean agradecidos.
- De modo que se toleren unos a otros y se perdonen si alguno tiene queja contra otro. Así como el Señor los perdonó, perdonen también ustedes.
- Que reciban misericordia, paz y amor en abundancia.
- Más vale ser paciente que valiente;
más vale el dominio propio que conquistar ciudades. - Que se aparte del mal y haga el bien;
que busque la paz y la siga. - En fin, el fruto de la justicia se siembra en paz para los que hacen la paz.
- Busquen la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
- Esfuércense por mantener la unidad del Espíritu mediante el vínculo de la paz.
- Los que aman tu ley disfrutan de gran bienestar,
y nada los hace tropezar. - En cambio, la sabiduría que desciende del cielo es ante todo pura, y además pacífica, bondadosa, dócil, llena de compasión y de buenos frutos, imparcial y sincera.
- Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios.
¡Yo seré exaltado entre las naciones!
¡Yo seré enaltecido en la tierra! - Pongan en práctica lo que de mí han aprendido, recibido y oído, y lo que han visto en mí, y el Dios de paz estará con ustedes.
- La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz.
- El Señor fortalece a su pueblo;
el Señor bendice a su pueblo con la paz. - ¡Qué hermosos son, sobre los montes,
los pies del que trae buenas nuevas;
del que proclama la paz,
del que anuncia buenas noticias,
del que proclama la salvación,
del que dice a Sión: «Tu Dios reina»! - Honroso es al hombre evitar la contienda,
pero no hay necio que no inicie un pleito.