Versículos de la Biblia sobre el Alma
- Pero si desde allí buscan al Señor su Dios con todo su corazón y con toda su alma, lo encontrarán.
- ¿De qué le sirve a uno ganar el mundo entero si se pierde la vida? ¿O qué se puede dar a cambio de la vida?
- Solo en Dios halla descanso mi alma;
de él viene mi salvación. - ¿Por qué estás tan abatida, alma mía?
¿Por qué estás angustiada?
En Dios pondré mi esperanza
y lo seguiré alabando.
¡Él es mi salvación y mi Dios! - Así dice el Señor:
«Deténganse en los caminos y miren;
pregunten por los senderos antiguos.
Pregunten por el buen camino,
¡y sigan por él!
Así hallarán el descanso anhelado.
Pero ellos dijeron:
“¡No lo seguiremos!”.» - “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu mente” —respondió Jesús—.
- Querido hermano, oro para que te vaya bien en todos tus asuntos y goces de buena salud, así como prosperas espiritualmente.
- No teman a los que matan el cuerpo, pero no pueden matar el alma. Teman más bien al que puede destruir alma y cuerpo en el infierno.
- Tú creaste mis entrañas;
me formaste en el vientre de mi madre.
¡Te alabo porque soy una creación admirable!
¡Tus obras son maravillosas
y esto lo sé muy bien! - Me buscarán y me encontrarán cuando me busquen de todo corazón.
- Oh Dios, tú eres mi Dios;
yo te busco intensamente.
Mi alma tiene sed de ti;
todo mi ser te anhela,
cual tierra seca, sedienta y sin agua. - Alaba, alma mía, al Señor;
alabe todo mi ser su santo nombre. - Panal de miel son las palabras amables:
endulzan la vida y dan salud al cuerpo. - Espero al Señor, lo espero con toda el alma;
en su palabra he puesto mi esperanza. - Señor, líbrame
de los labios mentirosos
y de la lengua engañosa. - La Ley del Señor es perfecta:
infunde nuevo aliento.
El mandato del Señor es digno de confianza:
da sabiduría al sencillo. - Y esfuércense por cumplir fielmente el mandamiento y la ley que ordenó Moisés, siervo del Señor: Amen al Señor su Dios, condúzcanse de acuerdo con su voluntad, obedezcan sus mandamientos, manténganse unidos firmemente a él y sírvanle de todo corazón y con todo su ser.
- Gritarán de júbilo mis labios
cuando yo te cante salmos,
pues me has salvado la vida. - Por mi parte, yo estoy a punto de ir por el camino que todo mortal transita. Ustedes bien saben que ninguna de las buenas promesas del Señor su Dios ha dejado de cumplirse al pie de la letra. Todas se han hecho realidad, pues él no ha faltado a ninguna de ellas.
- Solo en Dios halla descanso mi alma;
de él viene mi esperanza. - Daré de beber a los sedientos y saciaré a los que estén agotados.
- Tengo sed de Dios, del Dios vivo.
¿Cuándo podré presentarme ante Dios?