Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. | Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. |
Primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; que fue sepultado y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras. | Porque primeramente os he enseñado lo que asimismo recibí: Que Cristo murió por nuestros pecados, conforme a las Escrituras; y que fue sepultado, y que resucitó al tercer día, conforme a las Escrituras. |
Pues por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. | Porque por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos. |
Así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. | Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados. |
No os engañéis: «Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres.» | No erréis; las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres. |
Velad debidamente y no pequéis, porque algunos no conocen a Dios. Para vergüenza vuestra lo digo. | Velad debidamente, y no pequéis; porque algunos no conocen a Dios; para vergüenza vuestra lo digo. |
Porque el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la Ley. | Ya que el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado, la ley. |
Pero gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. | Mas gracias sean dadas a Dios, que nos da la victoria por medio de nuestro Señor Jesucristo. |
Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. | Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. |
Temas relacionados
Pecado
¿No sabéis que los...
Jesús
Entonces Jesús, mirándolos, dijo...
Salvación
Y en ningún otro...
Resurrección
Le dijo Jesús: —Yo...
Muerte
Le dijo Jesús: —Yo...
Fe
Por tanto, os digo...