- Humillaos, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él os exalte a su debido tiempo.
- Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros.
- Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar.
- Pero el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca.
Por tanto, no durmamos como los demás, sino vigilemos y seamos sobrios. Por tanto, no durmamos como los demás, sino vigilemos y seamos sobrios.Plan de lectura de la Biblia
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