Así que tú, hijo mío, fortalécete por la gracia que tenemos en Cristo Jesús.
Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
Tú, pues, hijo mío, esfuérzate en la gracia que es en Cristo Jesús.
Tú, pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que hay en Cristo Jesús.