¿Cómo sabemos que permanecemos en él, y que él permanece en nosotros? Porque nos ha dado de su Espíritu.
En esto conocemos que permanecemos en él, y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu.
En esto sabemos que permanecemos en Él y Él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.