Versículos de la Biblia sobre la Protección
- Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo.
- Tú eres mi refugio;
tú me protegerás del peligro
y me rodearás con cánticos de liberación. Selah - Dios es nuestro refugio y nuestra fortaleza,
nuestra segura ayuda en momentos de angustia. - Sean fuertes y valientes. No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará.
- «No prevalecerá ninguna arma que se forje contra ti;
toda lengua que te acuse tú la refutarás.
Esta es la herencia de los siervos del Señor,
la justicia que de mí procede»,
afirma el Señor. - Así que podemos decir con toda confianza:
«El Señor es quien me ayuda, no tengo miedo;
¿qué me puede hacer un simple mortal?». - Tú me cubres con el escudo de tu salvación
y con tu diestra me sostienes;
tu ayuda me ha hecho prosperar.
Has despejado el paso de mi camino,
para que mis tobillos no se tuerzan. - Protégeme, oh Dios,
porque en ti busco refugio. - Ustedes quédense quietos, que el Señor presentará batalla por ustedes.
- El Señor está conmigo y no tengo miedo;
¿qué me puede hacer un simple mortal? - Tú eres mi escondite y mi escudo;
en tu palabra he puesto mi esperanza. - Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
- Aun en la vejez, cuando ya peinen canas,
yo seré el mismo, yo los sostendré.
Yo los hice y cuidaré de ustedes;
los sostendré y los libraré. - El camino de Dios es perfecto;
la palabra del Señor es intachable.
Escudo es Dios a los que se refugian en él. - Pues te cubrirá con sus plumas
y bajo sus alas hallarás refugio.
Su verdad será tu escudo y tu baluarte. - Pero yo cantaré a tu poder
y por la mañana alabaré tu amor;
porque tú eres mi protector,
mi refugio en momentos de angustia. - Por sobre todas las cosas cuida tu corazón,
porque de él mana la vida. - ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra?
- Pero tú, Señor, eres el escudo que me protege;
tú eres mi gloria;
tú mantienes en alto mi cabeza. - ¿Crees que no puedo acudir a mi Padre y al instante pondría a mi disposición más de doce batallones de ángeles?
- Siempre tengo presente al Señor;
con él a mi derecha, nada me hará caer. - Es mejor refugiarse en el Señor
que confiar en el hombre. - Toda palabra de Dios es purificada;
Dios es escudo a los que en él buscan refugio. - Torre fuerte es el nombre del Señor;
a ella corren los justos y se ponen a salvo. - Bueno es el Señor;
es refugio en el día de la angustia
y conoce a los que en él confían.