Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza. | Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento. |
Buscad al Señor mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cerca. | Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. |
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Bien le va al hombre que se apiada y presta; arreglará sus asuntos con juicio. | El hombre de bien tiene misericordia, y presta; Gobierna sus asuntos con juicio. |
Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tenéis tribulación; pero confiad, yo he vencido al mundo. | Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo. |
Para libertad fue que Cristo nos hizo libres; por tanto, permaneced firmes, y no os sometáis otra vez al yugo de esclavitud. | Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud. |
Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha sanado. Y al instante recobró la vista, y le seguía por el camino. | Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha salvado. Y en seguida recobró la vista, y seguía a Jesús en el camino. |
Al que aparta su oído para no oír la ley, su oración también es abominación. | El que aparta su oído para no oír la ley, Su oración también es abominable. |
Al vencedor, le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono. | Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. |
Al Señor cantaré mientras yo viva; cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista. | A Jehová cantaré en mi vida; A mi Dios cantaré salmos mientras viva. |
Dad gracias al Señor, invocad su nombre; dad a conocer sus obras entre los pueblos. | Alabad a Jehová, invocad su nombre; Dad a conocer sus obras en los pueblos. |
Y a toda cosa creada que está en el cielo, sobre la tierra, debajo de la tierra y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el dominio por los siglos de los siglos. | Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la honra, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos. |
Dad gracias al Señor, porque Él es bueno; porque para siempre es su misericordia. | Aclamad a Jehová, porque él es bueno; Porque su misericordia es eterna. |
Mujer hacendosa, ¿quién la hallará? Su valor supera en mucho al de las joyas. | Mujer virtuosa, ¿quién la hallará? Porque su estima sobrepasa largamente a la de las piedras preciosas. |
En esto se manifestó el amor de Dios en nosotros: en que Dios ha enviado a su Hijo unigénito al mundo para que vivamos por medio de Él. | En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. |
Al Señor he puesto continuamente delante de mí; porque está a mi diestra, permaneceré firme. | A Jehová he puesto siempre delante de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido. |
Por consiguiente, ya no nos juzguemos los unos a los otros, sino más bien decidid esto: no poner obstáculo o piedra de tropiezo al hermano. | Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. |
En medio de mi angustia invoqué al Señor; el Señor me respondió y me puso en un lugar espacioso. | Desde la angustia invoqué a JAH, Y me respondió JAH, poniéndome en lugar espacioso. |
Alabaré al Señor con todo mi corazón. Todas tus maravillas contaré. | Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; Contaré todas tus maravillas. |
Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna. | Acerquémonos, pues, confiadamente al trono de la gracia, para alcanzar misericordia y hallar gracia para el oportuno socorro. |
Encomienda tus obras al Señor, y tus propósitos se afianzarán. | Encomienda a Jehová tus obras, Y tus pensamientos serán afirmados. |
Hijo mío, no rechaces la disciplina del Señor ni aborrezcas su reprensión, porque el Señor a quien ama reprende, como un padre al hijo en quien se deleita. | No menosprecies, hijo mío, el castigo de Jehová, Ni te fatigues de su corrección; Porque Jehová al que ama castiga, Como el padre al hijo a quien quiere. |
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que cree en Él, no se pierda, mas tenga vida eterna. | Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. |
Huye, pues, de las pasiones juveniles y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que invocan al Señor con un corazón puro. | Huye también de las pasiones juveniles, y sigue la justicia, la fe, el amor y la paz, con los que de corazón limpio invocan al Señor. |
En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores que estas hará, porque yo voy al Padre. | De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre. |
Y consideremos cómo estimularnos unos a otros al amor y a las buenas obras, no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos unos a otros, y mucho más al ver que el día se acerca. | Y considerémonos unos a otros para estimularnos al amor y a las buenas obras; no dejando de congregarnos, como algunos tienen por costumbre, sino exhortándonos; y tanto más, cuanto veis que aquel día se acerca. |