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Amor de Dios (2/4)

¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él.Mirad cuál amor nos ha dado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; por esto el mundo no nos conoce, porque no lo conoció a él.
¿Quién nos apartará del amor de Cristo? ¿La tribulación, o la angustia, la persecución, el hambre, la indigencia, el peligro, o la violencia?¿Quién nos separará del amor de Cristo? ¿Tribulación, angustia, persecución, hambre, desnudez, peligro o espada?
Por tanto, acéptense mutuamente, así como Cristo los aceptó a ustedes para gloria de Dios.Por tanto, recibíos los unos a los otros, como también Cristo nos recibió, para gloria de Dios.
Sanen a los enfermos que encuentren allí y díganles: “El reino de Dios ya está cerca de ustedes”.Y sanad a los enfermos que en ella haya, y decidles: “Se ha acercado a vosotros el reino de Dios.”
De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.Le respondió Jesús: —De cierto, de cierto te digo que el que no nace de nuevo no puede ver el reino de Dios.
Pónganse toda la armadura de Dios para que puedan hacer frente a las artimañas del diablo.Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo.
El mundo se acaba con sus malos deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.Y el mundo pasa, y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre.
El amor no perjudica al prójimo. Así que el amor es el cumplimiento de la ley.El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la Ley es el amor.
No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención.Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención.
Después de hablar con ellos, el Señor Jesús fue llevado al cielo y se sentó a la derecha de Dios.Y el Señor, después que les habló, fue recibido arriba en el cielo y se sentó a la diestra de Dios.
Se ha cumplido el tiempo —decía—. El reino de Dios está cerca. ¡Arrepiéntanse y crean las buenas nuevas!El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepentíos y creed en el evangelio!
En efecto, nosotros somos colaboradores al servicio de Dios; y ustedes son el campo de cultivo de Dios, son el edificio de Dios.Porque nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de Dios, edificio de Dios.
Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.Mas a todos los que lo recibieron, a quienes creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios.
En conclusión, ya sea que coman o beban o hagan cualquier otra cosa, háganlo todo para la gloria de Dios.Si, pues, coméis o bebéis o hacéis otra cosa, hacedlo todo para la gloria de Dios.
No desecho la gracia de Dios. Si la justicia se obtuviera mediante la ley, Cristo habría muerto en vano.No desecho la gracia de Dios, pues si por la Ley viniera la justicia, entonces en vano murió Cristo.
Porque todo el que ha nacido de Dios vence al mundo. Esta es la victoria que vence al mundo: nuestra fe.Porque todo lo que es nacido de Dios vence al mundo; y ésta es la victoria que ha vencido al mundo, nuestra fe.
Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados.Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.
Jesús le respondió: —Escrito está: “No solo de pan vive el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.Él respondió y dijo: —Escrito está: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la boca de Dios.”
Pues estoy convencido de que ni la muerte ni la vida, ni los ángeles ni los demonios, ni lo presente ni lo por venir, ni los poderes, ni lo alto ni lo profundo, ni cosa alguna en toda la creación podrá apartarnos del amor que Dios nos ha manifestado en Cristo Jesús nuestro Señor.Por lo cual estoy seguro de que ni la muerte ni la vida, ni ángeles ni principados ni potestades, ni lo presente ni lo por venir, ni lo alto ni lo profundo, ni ninguna otra cosa creada nos podrá separar del amor de Dios, que es en Cristo Jesús, Señor nuestro.
No amen al mundo ni nada de lo que hay en él. Si alguien ama al mundo, no tiene el amor del Padre.No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él.
Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro.
Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—.Respondió Jesús: —De cierto, de cierto te digo que el que no nace de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios.
Ustedes necesitan perseverar para que, después de haber cumplido la voluntad de Dios, reciban lo que él ha prometido.Pues os es necesaria la paciencia, para que, habiendo hecho la voluntad de Dios, obtengáis la promesa.
De este modo, por la voluntad de Dios, llegaré a ustedes con alegría y podré descansar entre ustedes por algún tiempo.Para que, si es la voluntad de Dios, llegue con gozo a vosotros y pueda descansar entre vosotros.
El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor.El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor.

No se engañen: de Dios nadie se burla. Cada uno cosecha lo que siembra.No os engañéis; Dios no puede ser burlado, pues todo lo que el hombre siembre, eso también segará.
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Versículo de la Biblia del día

Ayúdense unos a otros a llevar sus cargas, y así cumplirán la ley de Cristo.

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Versículo de la Biblia al Azar

Hermanos, siempre debemos dar gracias a Dios por ustedes, como es justo, porque su fe se acrecienta cada vez más, y en cada uno de ustedes sigue abundando el amor hacia los otros.Siguiente versículo!Con imagen

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