Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, este será bienaventurado en lo que hace. | Pero el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. |
La gracia del Señor Jesús sea con todos. Amén. | La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con todos vosotros. Amén. |
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Porque yo libraba al pobre que clamaba, y al huérfano que no tenía quien le ayudara. Venía sobre mí la bendición del que estaba a punto de perecer, y el corazón de la viuda yo llenaba de gozo. | Porque yo libraba al pobre que clamaba y al huérfano que carecía de ayudador. La bendición venía sobre mí del que estaba a punto de perderse, y al corazón de la viuda yo procuraba alegría. |
Guarda los mandatos del Señor tu Dios, andando en sus caminos, guardando sus estatutos, sus mandamientos, sus ordenanzas y sus testimonios, conforme a lo que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y dondequiera que vayas. | Guarda los preceptos de Jehová, tu Dios, andando en sus caminos y observando sus estatutos y mandamientos, sus decretos y sus testimonios, de la manera que está escrito en la ley de Moisés, para que prosperes en todo lo que hagas y en todo aquello que emprendas. |
La memoria del justo es bendita, pero el nombre del impío se pudrirá. | La memoria del justo es bendecida, mas el nombre de los malvados se pudrirá. |
Bienaventurados los que lloran, pues ellos serán consolados. | Bienaventurados los que lloran, porque recibirán consolación. |
Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el Señor tu Dios, sino que temas al Señor tu Dios, que andes en todos sus caminos, que le ames y que sirvas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y que guardes los mandamientos del Señor y sus estatutos que yo te ordeno hoy para tu bien? | Ahora, pues, Israel, ¿qué pide de ti Jehová, tu Dios, sino que temas a Jehová, tu Dios, que andes en todos sus caminos, que ames y sirvas a Jehová, tu Dios, con todo tu corazón y con toda tu alma, que guardes los mandamientos de Jehová y sus estatutos, que yo te prescribo hoy, para que tengas prosperidad? |
Bienaventurada la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que Él ha escogido como herencia para sí. | Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo que él escogió como heredad para sí. |
Muerte y vida están en poder de la lengua, y los que la aman comerán su fruto. | La muerte y la vida están en poder de la lengua; el que la ama, comerá de sus frutos. |
Si no escucháis, y si no decidís de corazón dar honor a mi nombre —dice el Señor de los ejércitos— enviaré sobre vosotros maldición, y maldeciré vuestras bendiciones; y en verdad, ya las he maldecido, porque no lo habéis decidido de corazón. | Si no escucháis y si no decidís de corazón dar gloria a mi nombre, ha dicho Jehová de los ejércitos, enviaré maldición sobre vosotros y maldeciré vuestras bendiciones; y ya las he maldecido, porque no os habéis decidido de corazón. |
Porque tú, oh Señor, bendices al justo, como con un escudo lo rodeas de tu favor. | Tú, Jehová, bendecirás al justo; como con un escudo lo rodearás de tu favor. |
Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que el Señor tu Dios te da. | Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días se alarguen en la tierra que Jehová, tu Dios, te da. |
Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; sálvame en tu misericordia. | Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; ¡sálvame por tu misericordia! |
Él reserva la prosperidad para los rectos, es escudo para los que andan en integridad. | Él provee de sana sabiduría a los rectos: es escudo para los que caminan rectamente. |
Oye, hijo mío, recibe mis palabras, y muchos serán los años de tu vida. | Escucha, hijo mío, recibe mis razones y se te multiplicarán los años de tu vida. |
¡Cuán bienaventurado es aquel cuya transgresión es perdonada, cuyo pecado es cubierto! | Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada y cubierto su pecado. |
Te rogamos, oh Señor: sálvanos ahora; te rogamos, oh Señor: prospéranos ahora. Bendito el que viene en el nombre del Señor; desde la casa del Señor os bendecimos. | Jehová, sálvanos ahora, te ruego; te ruego, Jehová, que ahora nos hagas prosperar. ¡Bendito el que viene en el nombre de Jehová! Desde la casa de Jehová os bendecimos. |
Entonces los condujo fuera de la ciudad, hasta cerca de Betania, y alzando sus manos, los bendijo. Y aconteció que mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo. | Después los sacó fuera hasta Betania y, alzando sus manos, los bendijo. Aconteció que, mientras los bendecía, se separó de ellos y fue llevado arriba al cielo. |
Digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo cuides? | Digo: «¿Qué es el hombre para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre para que lo visites?» |
Y sucedió que por haber las parteras temido a Dios, Él prosperó sus familias. | Y por haber las parteras temido a Dios, él prosperó sus familias. |
Si andáis en mis estatutos y guardáis mis mandamientos para ponerlos por obra, yo os daré lluvias en su tiempo, de manera que la tierra dará sus productos, y los árboles del campo darán su fruto. | Si andáis en mis preceptos y guardáis mis mandamientos, y los ponéis por obra, yo os enviaré las lluvias a su tiempo, y la tierra y el árbol del campo darán su fruto. |
Y el Señor restauró el bienestar de Job cuando este oró por sus amigos; y el Señor aumentó al doble todo lo que Job había poseído. | Cuando Job hubo orado por sus amigos, Jehová le quitó la aflicción; y aumentó al doble todas las cosas que habían sido de Job. |
Para vosotros en primer lugar, Dios, habiendo resucitado a su Siervo, le ha enviado para que os bendiga, a fin de apartar a cada uno de vosotros de vuestras iniquidades. | A vosotros primeramente, Dios, habiendo levantado a su Hijo, lo envió para que os bendijera, a fin de que cada uno se convierta de su maldad. |
Bienaventurados sois cuando los hombres os aborrecen, cuando os apartan de sí, os colman de insultos y desechan vuestro nombre como malo, por causa del Hijo del Hombre. | Bienaventurados seréis cuando los hombres os odien, os aparten de sí, os insulten y desechen vuestro nombre como malo por causa del Hijo del hombre. |
Y multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo, y daré a tu descendencia todas estas tierras; y en tu simiente serán bendecidas todas las naciones de la tierra, porque Abraham me obedeció, y guardó mi ordenanza, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes. | Multiplicaré tu descendencia como las estrellas del cielo y daré a tu descendencia todas estas tierras, y todas las naciones de la tierra serán benditas en tu simiente, por cuanto oyó Abraham mi voz y guardó mi precepto, mis mandamientos, mis estatutos y mis leyes. |