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Versículos de la Biblia sobre 'Carne'

Pues aunque andamos en la carne, no luchamos según la carne.Aunque andamos en la carne, no militamos según la carne.
Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.Lo que nace de la carne, carne es; y lo que nace del Espíritu, espíritu es.
El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él.El que come mi carne y bebe mi sangre permanece en mí y yo en él.
Y los que están en la carne no pueden agradar a Dios.Y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios.
Porque los que viven conforme a la carne, ponen la mente en las cosas de la carne, pero los que viven conforme al Espíritu, en las cosas del Espíritu.Los que son de la carne piensan en las cosas de la carne; pero los que son del Espíritu, en las cosas del Espíritu.
Además, os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros; quitaré de vuestra carne el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.Os daré un corazón nuevo y pondré un espíritu nuevo dentro de vosotros. Quitaré de vosotros el corazón de piedra y os daré un corazón de carne.
Porque el que siembra para su propia carne, de la carne segará corrupción, pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.Porque el que siembra para su carne, de la carne segará corrupción; pero el que siembra para el Espíritu, del Espíritu segará vida eterna.
Digo, pues: Andad por el Espíritu, y no cumpliréis el deseo de la carne.Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
Por tanto, puesto que Cristo ha padecido en la carne, armaos también vosotros con el mismo propósito, pues quien ha padecido en la carne ha terminado con el pecado.Puesto que Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también armaos del mismo pensamiento, pues quien ha padecido en la carne, terminó con el pecado.
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne, pues estos se oponen el uno al otro, de manera que no podéis hacer lo que deseáis.Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisierais.
Y de la costilla que el Señor Dios había tomado del hombre, formó una mujer y la trajo al hombre. Y el hombre dijo: Esta es ahora hueso de mis huesos, y carne de mi carne; ella será llamada mujer, porque del hombre fue tomada. Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.De la costilla que Jehová Dios tomó del hombre, hizo una mujer, y la trajo al hombre. Dijo entonces Adán: «¡Ésta sí que es hueso de mis huesos y carne de mi carne! Será llamada “Mujer”, porque del hombre fue tomada.» Por tanto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y serán una sola carne.
No comí manjar delicado ni entró en mi boca carne ni vino, ni usé ungüento alguno, hasta que se cumplieron las tres semanas.No comí manjar delicado, ni entró en mi boca carne ni vino, ni me ungí con perfume, hasta que se cumplieron las tres semanas.
Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz.El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
Antes bien, vestíos del Señor Jesucristo, y no penséis en proveer para las lujurias de la carne.Al contrario, vestíos del Señor Jesucristo y no satisfagáis los deseos de la carne.
He aquí, yo soy el Señor, el Dios de toda carne, ¿habrá algo imposible para mí?Yo soy Jehová, Dios de todo ser viviente, ¿acaso hay algo que sea difícil para mí?
Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
Mi carne y mi corazón pueden desfallecer, pero Dios es la fortaleza de mi corazón y mi porción para siempre.Mi carne y mi corazón desfallecen; mas la roca de mi corazón y mi porción es Dios para siempre.
Por esto el hombre dejará a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne.Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, se unirá a su mujer y los dos serán una sola carne.
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne.Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguien come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
Todo lo que se mueve y tiene vida os será para alimento: todo os lo doy como os di la hierba verde. Pero carne con su vida, es decir, con su sangre, no comeréis.Todo lo que se mueve y vive os servirá de alimento, lo mismo que las legumbres y las plantas verdes. Os lo he dado todo. Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis.
Oh Dios, tú eres mi Dios; te buscaré con afán. Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela cual tierra seca y árida donde no hay agua.¡Dios, Dios mío eres tú! ¡De madrugada te buscaré! Mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela en tierra seca y árida donde no hay aguas.
Y el Verbo se hizo carne, y habitó entre nosotros, y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre, lleno de gracia y de verdad.Y el Verbo se hizo carne y habitó entre nosotros lleno de gracia y de verdad; y vimos su gloria, gloria como del unigénito del Padre.
Porque todo lo que hay en el mundo, la pasión de la carne, la pasión de los ojos y la arrogancia de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo.Porque nada de lo que hay en el mundo —los deseos de la carne, los deseos de los ojos y la vanagloria de la vida— proviene del Padre, sino del mundo.
Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
Y respondiendo Jesús, dijo: ¿No habéis leído que aquel que los creó, desde el principio los hizo varón y hembra, y añadió: «Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne»? Por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe.Él, respondiendo, les dijo: —¿No habéis leído que el que los hizo al principio, “hombre y mujer los hizo”, y dijo: “Por esto el hombre dejará padre y madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne”? Así que no son ya más dos, sino una sola carne; por tanto, lo que Dios juntó no lo separe el hombre.

Pero desde el principio de la creación, Dios los hizo varón y hembra. Por esta razón el hombre dejará a su padre y a su madre, y los dos serán una sola carne; por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe.Pero al principio de la creación, hombre y mujer los hizo Dios. Por esto dejará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, y los dos serán una sola carne; así que no son ya más dos, sino uno. Por tanto, lo que Dios juntó, no lo separe el hombre.
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Versículo de la Biblia del día

Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin.

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Versículo de la Biblia al Azar

De manera que decimos confiadamente:
El Señor es el que me ayuda; no temeré.
¿Qué podrá hacerme el hombre?
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