Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz.

La mente gobernada por la carne es muerte, mientras que la mente que proviene del Espíritu es vida y paz.
Porque el ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz.
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