Como en el agua el rostro corresponde al rostro, Así el corazón del hombre al del hombre. | Como el rostro en el agua es reflejo del rostro, así el hombre se refleja en el corazón del hombre. |
Y cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos también, como sobre nosotros al principio. | Cuando comencé a hablar, cayó el Espíritu Santo sobre ellos, como también sobre nosotros al principio. |
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¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas Como alas de águila, y volarán al cielo. | ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, que son nada? De cierto se hacen alas como de águila, y vuelan al cielo. |
Y cómo nada que fuese útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas. | Y cómo nada que fuera útil he rehuido de anunciaros y enseñaros, públicamente y por las casas. |
Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido. | Por lo demás, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo; y la mujer respete a su marido. |
Por tanto, nosotros todos, mirando a cara descubierta como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en la misma imagen, como por el Espíritu del Señor. | Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor. |
La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo. | La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo. |
Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga. | Reconoce asimismo en tu corazón, que, como castiga el hombre a su hijo, así Jehová, tu Dios, te castiga. |
Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino para servir, y para dar su vida en rescate por muchos. | Como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos. |
En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios; porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió, y como a novia adornada con sus joyas. | En gran manera me gozaré en Jehová, mi alma se alegrará en mi Dios, porque me vistió con vestiduras de salvación, me rodeó de manto de justicia, como a novio me atavió y como a novia adornada con sus joyas. |
Sabiendo que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir, la cual recibisteis de vuestros padres, no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación. | Pues ya sabéis que fuisteis rescatados de vuestra vana manera de vivir (la cual recibisteis de vuestros padres) no con cosas corruptibles, como oro o plata, sino con la sangre preciosa de Cristo, como de un cordero sin mancha y sin contaminación. |
Desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación. | Y desead, como niños recién nacidos, la leche espiritual no adulterada, para que por ella crezcáis para salvación. |
Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. | Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros. |
Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar. | Jehová, el Señor, es mi fortaleza; él me da pies como de ciervas y me hace caminar por las alturas. |
Buscad lo bueno, y no lo malo, para que viváis; porque así Jehová Dios de los ejércitos estará con vosotros, como decís. | Buscad lo bueno y no lo malo, para que viváis; y así Jehová, Dios de los ejércitos, estará con vosotros, como decís. |
Pero fornicación y toda inmundicia, o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos. | Pero fornicación y toda impureza o avaricia, ni aun se nombre entre vosotros, como conviene a santos. |
Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. | Así también los maridos deben amar a sus mujeres como a sus mismos cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. |
Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil personas. | Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados, y se añadieron aquel día como tres mil personas. |
Sed sobrios, y velad; porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. | Sed sobrios y velad, porque vuestro adversario el diablo, como león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar. |
Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre. | Cada uno dé como propuso en su corazón: no con tristeza ni por obligación, porque Dios ama al dador alegre. |
Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá. | Pues en el evangelio, la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: «Mas el justo por la fe vivirá». |
Y volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho. | Los pastores se volvieron glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto, como se les había dicho. |
Antes sed benignos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. | Antes sed bondadosos unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, como Dios también os perdonó a vosotros en Cristo. |
Mas él conoce mi camino; Me probará, y saldré como oro. Mis pies han seguido sus pisadas; Guardé su camino, y no me aparté. | Mas él conoce mi camino: si me prueba, saldré como el oro. Mis pies han seguido sus pisadas; permanecí en su camino, sin apartarme de él. |
Al que venciere, le daré que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido, y me he sentado con mi Padre en su trono. | Al vencedor le concederé que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono. |