Echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros. | Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. |
Antes bien, examinadlo todo cuidadosamente, retened lo bueno; absteneos de toda forma de mal. | Examinadlo todo y retened lo bueno. Absteneos de toda especie de mal. |
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Debéis guardar diligentemente los mandamientos del Señor vuestro Dios, y sus testimonios y estatutos que te ha mandado. | Guardad cuidadosamente los mandamientos de Jehová, vuestro Dios, sus testimonios y los estatutos que te ha mandado. |
Pondré dentro de vosotros mi espíritu y haré que andéis en mis estatutos, y que cumpláis cuidadosamente mis ordenanzas. | Pondré dentro de vosotros mi espíritu, y haré que andéis en mis estatutos y que guardéis mis preceptos y los pongáis por obra. |
No permitirá que tu pie resbale; no se adormecerá el que te guarda. | No dará tu pie al resbaladero ni se dormirá el que te guarda. |
Guarda las sendas del juicio, y preserva el camino de sus santos. | Él es quien guarda las veredas del juicio y preserva el camino de sus santos. |
Con toda diligencia guarda tu corazón, porque de él brotan los manantiales de la vida. | Sobre toda cosa que guardes, guarda tu corazón, porque de él mana la vida. |
He aquí, los ojos del Señor están sobre los que le temen, sobre los que esperan en su misericordia. | El ojo de Jehová está sobre los que lo temen, sobre los que esperan en su misericordia. |
El que adquiere cordura ama su alma; el que guarda la prudencia hallará el bien. | El que posee entendimiento ama su alma; el que cuida la inteligencia hallará el bien. |
Tened cuidado para que no perdáis lo que hemos logrado, sino que recibáis abundante recompensa. | Mirad por vosotros mismos, para que no perdáis el fruto de vuestro trabajo, sino que recibáis la recompensa completa. |
Por tanto, tened cuidado cómo andáis; no como insensatos, sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. | Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, aprovechando bien el tiempo, porque los días son malos. |
Cuidaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. | Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. |
Ahora pues, que el temor del Señor esté sobre vosotros; tened cuidado en lo que hacéis, porque con el Señor nuestro Dios no hay injusticia ni acepción de personas ni soborno. | Sea, pues, con vosotros el temor de Jehová; mirad lo que hacéis, porque en Jehová, nuestro Dios, no hay injusticia ni acepción de personas ni admisión de cohecho. |
Solamente guardad cuidadosamente el mandamiento y la ley que Moisés, siervo del Señor, os mandó, de amar al Señor vuestro Dios, andar en todos sus caminos, guardar sus mandamientos y de allegarse a Él y servirle con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma. | Solamente que con diligencia cuidéis de cumplir el mandamiento y la ley que Moisés, siervo de Jehová, os ordenó: que améis a Jehová, vuestro Dios, y andéis en todos sus caminos; que guardéis sus mandamientos, lo sigáis y lo sirváis con todo vuestro corazón y con toda vuestra alma. |
Tened cuidado, hermanos, no sea que en alguno de vosotros haya un corazón malo de incredulidad, para apartarse del Dios vivo. | Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón tan malo e incrédulo que se aparte del Dios vivo. |
Y habrá justicia para nosotros si cuidamos de observar todos estos mandamientos delante del Señor nuestro Dios, tal como Él nos ha mandado. | Y tendremos justicia cuando cuidemos de poner por obra todos estos mandamientos delante de Jehová, nuestro Dios, como él nos ha mandado. |
Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas. | Así que no os angustiéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia preocupación. Basta a cada día su propio mal. |
Si el Señor no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si el Señor no guarda la ciudad, en vano vela la guardia. | Si Jehová no edifica la casa, en vano trabajan los que la edifican; si Jehová no guarda la ciudad, en vano vela la guardia. |
Protégeme, oh Dios, pues en ti me refugio. | Guárdame, Dios, porque en ti he confiado. |
Y sucederá que si obedeces diligentemente al Señor tu Dios, cuidando de cumplir todos sus mandamientos que yo te mando hoy, el Señor tu Dios te pondrá en alto sobre todas las naciones de la tierra. | Acontecerá que si oyes atentamente la voz de Jehová, tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamientos que yo te prescribo hoy, también Jehová, tu Dios, te exaltará sobre todas las naciones de la tierra. |
Entonces el Señor Dios dijo: He aquí, el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal; cuidado ahora no vaya a extender su mano y tomar también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre. Y el Señor Dios lo echó del huerto del Edén, para que labrara la tierra de la cual fue tomado. | Luego dijo Jehová Dios: «El hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conocedor del bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre.» Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrara la tierra de la que fue tomado. |
Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito. | Nunca se apartará de tu boca este libro de la Ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que está escrito en él, porque entonces harás prosperar tu camino y todo te saldrá bien. |
El Señor te protegerá de todo mal; El guardará tu alma. El Señor guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre. | Jehová te guardará de todo mal, él guardará tu alma. Jehová guardará tu salida y tu entrada desde ahora y para siempre. |
Y les dijo: Estad atentos y guardaos de toda forma de avaricia; porque aun cuando alguien tenga abundancia, su vida no consiste en sus bienes. | Y les dijo: —Mirad, guardaos de toda avaricia, porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee. |
Aun hasta vuestra vejez, yo seré el mismo, y hasta vuestros años avanzados, yo os sostendré. Yo lo he hecho, y yo os cargaré; yo os sostendré, y yo os libraré. | Hasta vuestra vejez yo seré el mismo y hasta vuestras canas os sostendré. Yo, el que hice, yo os llevaré, os sostendré y os guardaré. |