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Versículos de la Biblia sobre 'Día'

Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas.Por lo tanto, no se angustien por el mañana, el cual tendrá sus propios afanes. Cada día tiene ya sus problemas.
Pero, amados, no ignoréis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
El día en que temo, yo en ti confío.Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza.
Danos hoy el pan nuestro de cada día.Danos hoy nuestro pan cotidiano.
Llena está mi boca de tu alabanza y de tu gloria todo el día.Mi boca rebosa de alabanzas a tu nombre, y todo el día proclama tu grandeza.
Seis días se trabajará, pero el séptimo día será día de completo reposo, santa convocación en que no haréis trabajo alguno; es día de reposo al Señor dondequiera que habitéis.Trabajarán ustedes durante seis días, pero el séptimo día es de reposo, es un día de fiesta solemne en mi honor, en el que no harán ningún trabajo. Dondequiera que ustedes vivan, será sábado consagrado al Señor.
Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día.Por tanto, no nos desanimamos. Al contrario, aunque por fuera nos vamos desgastando, por dentro nos vamos renovando día tras día.
Todo el día codicia, mientras el justo da y nada retiene.Todo el día se lo pasa codiciando, pero el justo da con generosidad.
Este es el día que el Señor ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él.Este es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él.
Mientras callé mi pecado, mi cuerpo se consumió con mi gemir durante todo el día.Mientras guardé silencio, mis huesos se fueron consumiendo por mi gemir de todo el día.
Bendito sea el Señor, que cada día lleva nuestra carga, el Dios que es nuestra salvación. (Selah)Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador, que día tras día sobrelleva nuestras cargas. Selah
Y en el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba.En el último día, el más solemne de la fiesta, Jesús se puso de pie y exclamó: —¡Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba!
Los cielos proclaman la gloria de Dios, y la expansión anuncia la obra de sus manos. Un día transmite el mensaje al otro día, y una noche a la otra noche revela sabiduría.Los cielos cuentan la gloria de Dios, el firmamento proclama la obra de sus manos. Un día transmite al otro la noticia, una noche a la otra comparte su saber.
De nada sirven las riquezas el día de la ira, pero la justicia libra de la muerte.En el día de la ira de nada sirve ser rico, pero la justicia libra de la muerte.
Bueno es el Señor, una fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en Él se refugian.Bueno es el Señor; es refugio en el día de la angustia, y protector de los que en él confían.
Y bendijo Dios el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que Él había creado y hecho.Dios bendijo el séptimo día, y lo santificó, porque en ese día descansó de toda su obra creadora.
Y el Señor será rey sobre toda la tierra; aquel día el Señor será uno, y uno su nombre.El Señor reinará sobre toda la tierra. En aquel día el Señor será el único Dios, y su nombre será el único nombre.
Día tras día continuaban unánimes en el templo y partiendo el pan en los hogares, comían juntos con alegría y sencillez de corazón, alabando a Dios y hallando favor con todo el pueblo. Y el Señor añadía cada día al número de ellos los que iban siendo salvos.No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad, alabando a Dios y disfrutando de la estimación general del pueblo. Y cada día el Señor añadía al grupo los que iban siendo salvos.
Guíame en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti espero todo el día.Encamíname en tu verdad, ¡enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador; ¡en ti pongo mi esperanza todo el día!
Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, mas el séptimo día es día de reposo para el Señor tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está contigo. Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el Señor bendijo el día de reposo y lo santificó.Acuérdate del sábado, para consagrarlo. Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero el día séptimo será un día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. Acuérdate de que en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que hay en ellos, y que descansó el séptimo día. Por eso el Señor bendijo y consagró el día de reposo.
Alégrate en el día de la prosperidad, y en el día de la adversidad considera: Dios ha hecho tanto el uno como el otro para que el hombre no descubra nada que suceda después de él.Cuando te vengan buenos tiempos, disfrútalos; pero, cuando te lleguen los malos, piensa que unos y otros son obra de Dios, y que el hombre nunca sabe con qué habrá de encontrarse después.
Porque mil años ante tus ojos son como el día de ayer que ya pasó, y como una vigilia de la noche.Mil años, para ti, son como el día de ayer, que ya pasó; son como unas cuantas horas de la noche.
Uno juzga que un día es superior a otro, otro juzga iguales todos los días. Cada cual esté plenamente convencido según su propio sentir.Hay quien considera que un día tiene más importancia que otro, pero hay quien considera iguales todos los días. Cada uno debe estar firme en sus propias opiniones.
Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la redención.No agravien al Espíritu Santo de Dios, con el cual fueron sellados para el día de la redención.
Por tanto, velad, porque no sabéis en qué día vuestro Señor viene.Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben qué día vendrá su Señor.

Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame.Dirigiéndose a todos, declaró: —Si alguien quiere ser mi discípulo, que se niegue a sí mismo, lleve su cruz cada día y me siga.
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Versículo de la Biblia del día

Por tanto, acerquémonos con confianza al trono de la gracia para que recibamos misericordia, y hallemos gracia para la ayuda oportuna.

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Versículo de la Biblia al Azar

Honra al Señor con tus bienes
y con las primicias de todos tus frutos.
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