Riquezas, honor y vida son el premio de la humildad y del temor de Jehová. | Recompensa de la humildad y del temor del Señor son las riquezas, la honra y la vida. |
El que sigue la justicia y la misericordia hallará la vida, la justicia y el honor. | El que va tras la justicia y el amor halla vida, prosperidad y honra. |
|
Jesús le dijo: —Yo soy el camino, la verdad y la vida; nadie viene al Padre sino por mí. | Yo soy el camino, la verdad y la vida —le contestó Jesús—. Nadie llega al Padre sino por mí. |
El ocuparse de la carne es muerte, pero el ocuparse del Espíritu es vida y paz. | La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz. |
A Jehová cantaré en mi vida; a mi Dios cantaré salmos mientras viva. | Cantaré al Señor toda mi vida; cantaré salmos a mi Dios mientras tenga aliento. |
La muerte y la vida están en poder de la lengua; el que la ama, comerá de sus frutos. | En la lengua hay poder de vida y muerte; quienes la aman comerán de su fruto. |
Vida eterna a los que, perseverando en hacer el bien, buscan gloria, honra e inmortalidad. | Él dará vida eterna a los que, perseverando en las buenas obras, buscan gloria, honor e inmortalidad. |
Por tanto os digo: No os angustiéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? | Por eso les digo: No se preocupen por su vida, qué comerán o beberán; ni por su cuerpo, cómo se vestirán. ¿No tiene la vida más valor que la comida, y el cuerpo más que la ropa? |
El marido debe cumplir con su mujer el deber conyugal, y asimismo la mujer con su marido. La mujer no tiene dominio sobre su propio cuerpo, sino el marido; ni tampoco tiene el marido dominio sobre su propio cuerpo, sino la mujer. | El hombre debe cumplir su deber conyugal con su esposa, e igualmente la mujer con su esposo. La mujer ya no tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposo. Tampoco el hombre tiene derecho sobre su propio cuerpo, sino su esposa. |
La esperanza que se demora es tormento del corazón; árbol de vida es el deseo cumplido. | La esperanza frustrada aflige al corazón; el deseo cumplido es un árbol de vida. |
Guardar la instrucción es camino que lleva a la vida; el que rechaza la reprensión, yerra. | El que atiende a la corrección va camino a la vida; el que la rechaza se pierde. |
Las riquezas de un hombre pueden ser el rescate de su vida, pero el pobre no escucha amenazas. | Con su riqueza el rico pone a salvo su vida, pero al pobre no hay ni quien lo amenace. |
La lengua apacible es árbol de vida, pero la perversidad de ella es quebrantamiento de espíritu. | La lengua que brinda alivio es árbol de vida; la lengua insidiosa deprime el espíritu. |
Dios es el que me ayuda; el Señor está con los que sostienen mi vida. | Pero Dios es mi socorro; el Señor es quien me sostiene. |
Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. | Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado. |
Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, Señor nuestro. | Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor. |
Me mostrarás la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo, delicias a tu diestra para siempre. | Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha. |
Jehová es mi luz y mi salvación, ¿de quién temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida, ¿de quién he de atemorizarme? | El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme? |
Como el Hijo del hombre, que no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos. | Así como el Hijo del hombre no vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos. |
Porque el Hijo del hombre no vino para ser servido, sino para servir y para dar su vida en rescate por todos. | Porque ni aun el Hijo del hombre vino para que le sirvan, sino para servir y para dar su vida en rescate por muchos. |
Pero de día mandará Jehová su misericordia y de noche su cántico estará conmigo, y mi oración al Dios de mi vida. | Esta es la oración al Dios de mi vida: que de día el Señor mande su amor, y de noche su canto me acompañe. |
Al vencedor le concederé que se siente conmigo en mi trono, así como yo he vencido y me he sentado con mi Padre en su trono. | Al que salga vencedor le daré el derecho de sentarse conmigo en mi trono, como también yo vencí y me senté con mi Padre en su trono. |
El que guarda su boca guarda su vida, pero el que mucho abre sus labios acaba en desastre. | El que refrena su lengua protege su vida, pero el ligero de labios provoca su ruina. |
Jesús les respondió: —Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás. | Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener sed. |
Ciertamente, el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa de Jehová moraré por largos días. | La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del Señor habitaré para siempre. |