¿Qué, pues, diremos a esto? Si Dios es por nosotros, ¿quién contra nosotros? | ¿Qué diremos frente a esto? Si Dios está de nuestra parte, ¿quién puede estar en contra nuestra? |
¿Quién es el que vence al mundo, sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? | ¿Quién es el que vence al mundo sino el que cree que Jesús es el Hijo de Dios? |
Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios. | Porque toda casa tiene su constructor, pero el constructor de todo es Dios. |
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí. | Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva la firmeza de mi espíritu. |
El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón. | Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad; tu ley la llevo dentro de mí. |
Tú crees que Dios es uno; bien haces. También los demonios creen, y tiemblan. | ¿Tú crees que hay un solo Dios? ¡Magnífico! También los demonios lo creen, y tiemblan. |
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu, de que somos hijos de Dios. | El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios. |
Amados, si Dios nos ha amado así, debemos también nosotros amarnos unos a otros. | Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. |
Asimismo, a todo hombre a quien Dios da riquezas y bienes, y le da también facultad para que coma de ellas, y tome su parte, y goce de su trabajo, esto es don de Dios. | Además, a quien Dios le concede abundancia y riquezas, también le concede comer de ellas, y tomar su parte y disfrutar de sus afanes, pues esto es don de Dios. |
Y él dijo: Antes bienaventurados los que oyen la palabra de Dios, y la guardan. | Dichosos más bien —contestó Jesús— los que oyen la palabra de Dios y la obedecen. |
Dios es nuestro amparo y fortaleza, Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. | Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. |
Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. | Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. |
He aquí que yo soy Jehová, Dios de toda carne; ¿habrá algo que sea difícil para mí? | Yo soy el Señor, Dios de toda la humanidad. ¿Hay algo imposible para mí? |
Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. | Dios es espíritu, y quienes lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad. |
Exaltado seas sobre los cielos, oh Dios, Y sobre toda la tierra sea enaltecida tu gloria. | Tú, oh Dios, estás sobre los cielos, y tu gloria cubre toda la tierra. |
Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. | En efecto, ¿quién conoce los pensamientos del ser humano sino su propio espíritu que está en él? Así mismo, nadie conoce los pensamientos de Dios sino el Espíritu de Dios. |
Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. | Y él nos ha dado este mandamiento: el que ama a Dios, ame también a su hermano. |
Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado. | Esta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió —les respondió Jesús. |
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, Así clama por ti, oh Dios, el alma mía. | Cual ciervo jadeante en busca del agua, así te busca, oh Dios, todo mi ser. |
El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios no tiene la vida. | El que tiene al Hijo, tiene la vida; el que no tiene al Hijo de Dios, no tiene la vida. |
!!Gloria a Dios en las alturas, Y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres! | Gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz a los que gozan de su buena voluntad. |
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros? Porque habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios. | ¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo, quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios? Ustedes no son sus propios dueños; fueron comprados por un precio. Por tanto, honren con su cuerpo a Dios. |
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. | Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esa vida está en su Hijo. |
Y oí una gran voz del cielo que decía: He aquí el tabernáculo de Dios con los hombres, y él morará con ellos; y ellos serán su pueblo, y Dios mismo estará con ellos como su Dios. Enjugará Dios toda lágrima de los ojos de ellos; y ya no habrá muerte, ni habrá más llanto, ni clamor, ni dolor; porque las primeras cosas pasaron. | Oí una potente voz que provenía del trono y decía: «¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, y ellos serán su pueblo; Dios mismo estará con ellos y será su Dios. Él les enjugará toda lágrima de los ojos. Ya no habrá muerte, ni llanto, ni lamento ni dolor, porque las primeras cosas han dejado de existir». |
Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. | Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. |
Versículo de la Biblia del día
Solícitos en guardar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.Versículo de la Biblia al Azar
Pero los que esperan a Jehovátendrán nuevas fuerzas;
levantarán alas como las águilas;
correrán, y no se cansarán;
caminarán, y no se fatigarán.Siguiente versículo!Con imagen