Y ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. | Ahora permanecen la fe, la esperanza y el amor, estos tres; pero el mayor de ellos es el amor. |
Pero el que tiene bienes de este mundo, y ve a su hermano en necesidad y cierra su corazón contra él, ¿cómo puede morar el amor de Dios en él? | Pero el que tiene bienes de este mundo y ve a su hermano tener necesidad y cierra contra él su corazón, ¿cómo mora el amor de Dios en él? |
El que tiene mis mandamientos y los guarda, ese es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre; y yo lo amaré y me manifestaré a él. | El que tiene mis mandamientos y los guarda, ése es el que me ama; y el que me ama será amado por mi Padre, y yo lo amaré y me manifestaré a él. |
Y diciendo: El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos y creed en el evangelio. | El tiempo se ha cumplido y el reino de Dios se ha acercado. ¡Arrepentíos y creed en el evangelio! |
Respondiendo él, les decía: El que tiene dos túnicas, comparta con el que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. | Respondiendo, les decía: —El que tiene dos túnicas, dé al que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo. |
Es mejor refugiarse en el Señor que confiar en el hombre. | Mejor es confiar en Jehová que confiar en el hombre. |
El necio da rienda suelta a su ira, pero el sabio la reprime. | El necio da rienda suelta a toda su ira, pero el sabio, al fin, la apacigua. |
Hay engaño en el corazón de los que traman el mal, y gozo en los consejeros de paz. | Engaño hay en el corazón de los que maquinan el mal, pero alegría en el de quienes aconsejan el bien. |
El testigo veraz no mentirá, pero el testigo falso habla mentiras. | El testigo verdadero no miente; el testigo falso dice mentiras. |
Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, Él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que os he dicho. | Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas y os recordará todo lo que yo os he dicho. |
Sentándose, llamó a los doce y les dijo: Si alguno desea ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos. | Entonces él se sentó, llamó a los doce y les dijo: —Si alguno quiere ser el primero, será el último de todos y el servidor de todos. |
Echando toda vuestra ansiedad sobre Él, porque Él tiene cuidado de vosotros. | Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. |
Bienaventurada la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que Él ha escogido como herencia para sí. | Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo que él escogió como heredad para sí. |
No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. | No améis al mundo ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no está en él. |
El hombre prudente ve el mal y se esconde, los simples siguen adelante y pagan las consecuencias. | El prudente ve el mal y se esconde, pero los incautos pasan y se llevan el daño. |
Jesús les dijo: Yo soy el pan de la vida; el que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí nunca tendrá sed. | Jesús les respondió: —Yo soy el pan de vida. El que a mí viene nunca tendrá hambre, y el que en mí cree no tendrá sed jamás. |
Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios es santo, y eso es lo que vosotros sois. | Si alguno destruye el templo de Dios, Dios lo destruirá a él, porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es. |
Palabra fiel es esta: Que si morimos con Él, también viviremos con Él. | Palabra fiel es ésta: Si somos muertos con él, también viviremos con él. |
El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es tristeza para su madre. | El hijo sabio alegra al padre, pero el hijo necio es la tristeza de su madre. |
El odio suscita rencillas, pero el amor cubre todas las transgresiones. | El odio despierta rencillas, pero el amor cubre todas las faltas. |
Pero el que se gloría, que se gloríe en el Señor. Porque no es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien el Señor alaba. | Pero el que se gloría, gloríese en el Señor. No es aprobado el que se alaba a sí mismo, sino aquel a quien Dios alaba. |
Nosotros amamos, porque Él nos amó primero. | Nosotros lo amamos a él porque él nos amó primero. |
El hacer justicia y derecho es más deseado por el Señor que el sacrificio. | Hacer justicia y juicio es para Jehová más agradable que el sacrificio. |
El necio rechaza la disciplina de su padre, mas el que acepta la reprensión es prudente. | El necio menosprecia el consejo de su padre; el prudente acepta la corrección. |
El que crea y sea bautizado será salvo; pero el que no crea será condenado. | El que crea y sea bautizado, será salvo; pero el que no crea, será condenado. |
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