Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. | Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. |
Este pobre clamó, y le oyó Jehová, Y lo libró de todas sus angustias. | Este pobre clamó, y el Señor le oyó, y lo salvó de todas sus angustias. |
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Este es el día que hizo Jehová; Nos gozaremos y alegraremos en él. | Este es el día que el Señor ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él. |
Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. | Este es mi mandamiento: que os améis los unos a los otros, así como yo os he amado. |
Mas el que persevere hasta el fin, éste será salvo. | Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo. |
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos. | Nadie tiene un amor mayor que este: que uno dé su vida por sus amigos. |
Y nosotros tenemos este mandamiento de él: El que ama a Dios, ame también a su hermano. | Y este mandamiento tenemos de Él: que el que ama a Dios, ame también a su hermano. |
Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS. | Y pusieron sobre su cabeza la acusación contra Él, que decía: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS. |
Y este es el testimonio: que Dios nos ha dado vida eterna; y esta vida está en su Hijo. | Y el testimonio es este: que Dios nos ha dado vida eterna, y esta vida está en su Hijo. |
¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, El es el Rey de la gloria. Selah | ¿Quién es este Rey de la gloria? El Señor de los ejércitos, Él es el Rey de la gloria. (Selah) |
Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él. | Y el Señor Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea. |
Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. | Y he aquí, se oyó una voz de los cielos que decía: Este es mi Hijo amado en quien me he complacido. |
Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: Que nos amemos unos a otros. | Porque este es el mensaje que habéis oído desde el principio: que nos amemos unos a otros. |
Pues me propuse no saber entre vosotros cosa alguna sino a Jesucristo, y a éste crucificado. | Pues nada me propuse saber entre vosotros, excepto a Jesucristo, y este crucificado. |
Este es el mensaje que hemos oído de él, y os anunciamos: Dios es luz, y no hay ningunas tinieblas en él. | Y este es el mensaje que hemos oído de Él y que os anunciamos: Dios es luz, y en Él no hay tiniebla alguna. |
Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre. | Y yo rogaré al Padre, y Él os dará otro Consolador para que esté con vosotros para siempre. |
Esté con nosotros Jehová nuestro Dios, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni nos deje. | Que el Señor nuestro Dios esté con nosotros, como estuvo con nuestros padres; que no nos deje ni nos abandone. |
Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea cumplido. | Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea perfecto. |
Y les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer aún, para que el amor con que me has amado, esté en ellos, y yo en ellos. | Yo les he dado a conocer tu nombre, y lo daré a conocer, para que el amor con que me amaste esté en ellos y yo en ellos. |
No tengo yo mayor gozo que este, el oír que mis hijos andan en la verdad. | No tengo mayor gozo que este: oír que mis hijos andan en la verdad. |
Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús. | Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús. |
El que fue sembrado entre espinos, éste es el que oye la palabra, pero el afán de este siglo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se hace infructuosa. | Y aquel en quien se sembró la semilla entre espinos, este es el que oye la palabra, mas las preocupaciones del mundo y el engaño de las riquezas ahogan la palabra, y se queda sin fruto. |
Y será predicado este evangelio del reino en todo el mundo, para testimonio a todas las naciones; y entonces vendrá el fin. | Y este evangelio del reino se predicará en todo el mundo como testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin. |
Este Jesús es la piedra reprobada por vosotros los edificadores, la cual ha venido a ser cabeza del ángulo. | Este Jesús es la piedra desechada por vosotros los constructores, pero que ha venido a ser la piedra angular. |
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo. | Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne. |