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Jehová (2/4)

Busqué al Señor, y Él me respondió, y me libró de todos mis temores.Busqué al Señor, y él me respondió; me libró de todos mis temores.
Entonces el Señor dijo a Satanás: He aquí, todo lo que tiene está en tu poder; pero no extiendas tu mano sobre él. Y Satanás salió de la presencia del Señor.Muy bien —le contestó el Señor—. Todas sus posesiones están en tus manos, con la condición de que a él no le pongas la mano encima. Dicho esto, Satanás se retiró de la presencia del Señor.
Espero en el Señor; en Él espera mi alma, y en su palabra tengo mi esperanza.Espero al Señor, lo espero con toda el alma; en su palabra he puesto mi esperanza.
Esta es la palabra del Señor a Zorobabel: «No por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu» —dice el Señor de los ejércitos.Así que el ángel me dijo: «Esta es la palabra del Señor para Zorobabel: “No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el Señor Todopoderoso—.”»
El Señor está a mi favor; no temeré. ¿Qué puede hacerme el hombre?El Señor está conmigo, y no tengo miedo; ¿qué me puede hacer un simple mortal?
Buscad al Señor y su fortaleza; buscad su rostro continuamente.¡Refúgiense en el Señor y en su fuerza, busquen siempre su presencia!
La salvación es del Señor. ¡Sea sobre tu pueblo tu bendición! (Selah)Tuya es, Señor, la salvación; ¡envía tu bendición sobre tu pueblo! Selah
Será también el Señor baluarte para el oprimido, baluarte en tiempos de angustia.El Señor es refugio de los oprimidos; es su baluarte en momentos de angustia.
Bendice, alma mía, al Señor, y bendiga todo mi ser su santo nombre.Alaba, alma mía, al Señor; alabe todo mi ser su santo nombre.
Tú enciendes mi lámpara, oh Señor; mi Dios que alumbra mis tinieblas.Tú, Señor, mantienes mi lámpara encendida; tú, Dios mío, iluminas mis tinieblas.
Levántate, oh Señor; alza, oh Dios, tu mano. No te olvides de los pobres.¡Levántate, Señor! ¡Levanta, oh Dios, tu brazo! ¡No te olvides de los indefensos!
Entonces Job se levantó, rasgó su manto, se rasuró la cabeza, y postrándose en tierra, adoró, y dijo: Desnudo salí del vientre de mi madre y desnudo volveré allá. El Señor dio y el Señor quitó; bendito sea el nombre del Señor.Al llegar a este punto, Job se levantó, se rasgó las vestiduras, se rasuró la cabeza, y luego se dejó caer al suelo en actitud de adoración. Entonces dijo: «Desnudo salí del vientre de mi madre, y desnudo he de partir. El Señor ha dado; el Señor ha quitado. ¡Bendito sea el nombre del Señor
Sea sobre nosotros tu misericordia, oh Señor, según hemos esperado en ti.Que tu gran amor, Señor, nos acompañe, tal como lo esperamos de ti.
Guardaréis mis días de reposo, y tendréis en reverencia mi santuario; yo soy el Señor.Observen mis sábados y muestren reverencia por mi santuario. Yo soy el Señor.
Este es el día que el Señor ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él.Este es el día en que el Señor actuó; regocijémonos y alegrémonos en él.
El Señor es mi porción —dice mi alma— por eso en Él espero.Por tanto, digo: «El Señor es todo lo que tengo. ¡En él esperaré!»
Este pobre clamó, y el Señor le oyó, y lo salvó de todas sus angustias.Este pobre clamó, y el Señor le oyó y lo libró de todas sus angustias.
Alabaré al Señor con todo mi corazón. Todas tus maravillas contaré.Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón, y contar todas tus maravillas.
«Regresa, infiel Israel» —declara el Señor—, «no te miraré con ira, porque soy misericordioso» —declara el Señor—; «no guardaré rencor para siempre.»¡Vuelve, apóstata Israel! No te miraré con ira —afirma el Señor—. No te guardaré rencor para siempre, porque soy misericordioso —afirma el Señor—.
Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el Señor tu Dios, sino que temas al Señor tu Dios, que andes en todos sus caminos, que le ames y que sirvas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y que guardes los mandamientos del Señor y sus estatutos que yo te ordeno hoy para tu bien?Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma, y que cumplas los mandamientos y los preceptos que hoy te manda cumplir, para que te vaya bien.
Bienaventurado todo aquel que teme al Señor, que anda en sus caminos.Dichosos todos los que temen al Señor, los que van por sus caminos.
Al Señor cantaré mientras yo viva; cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista.Cantaré al Señor toda mi vida; cantaré salmos a mi Dios mientras tenga aliento.
Si digo: Mi pie ha resbalado, tu misericordia, oh Señor, me sostendrá.No bien decía: «Mis pies resbalan», cuando ya tu amor, Señor, venía en mi ayuda.
Pero el Señor dijo a Samuel: No mires a su apariencia, ni a lo alto de su estatura, porque lo he desechado; pues Dios ve no como el hombre ve, pues el hombre mira la apariencia exterior, pero el Señor mira el corazón.Pero el Señor le dijo a Samuel: —No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.
Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella; el mundo y los que en él habitan.Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan.

Encomienda tus obras al Señor, y tus propósitos se afianzarán.Pon en manos del Señor todas tus obras, y tus proyectos se cumplirán.
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Versículo de la Biblia del día

Respondiendo él, les decía: El que tiene dos túnicas, comparta con el que no tiene; y el que tiene qué comer, haga lo mismo.

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