Versículos de la Biblia sobre 'Jehová'
- El Señor da vista a los ciegos,
el Señor levanta a los agobiados,
el Señor ama a los justos. - Porque el Señor es nuestro juez;
el Señor es nuestro legislador;
el Señor es nuestro rey:
¡Él nos salvará! - El Señor fortalece a su pueblo;
el Señor bendice a su pueblo con la paz. - Pon tu esperanza en el Señor;
cobra ánimo y ármate de valor,
¡pon tu esperanza en el Señor! - Señor, te ruego, ¡danos la salvación!
Señor, te ruego, ¡concédenos la victoria!
Bendito el que viene en el nombre del Señor.
Desde la casa del Señor los bendecimos. - Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
- El Señor será rey sobre toda la tierra. En aquel día el Señor será el único Dios y su nombre será el único nombre.
- El Señor te bendiga
y te guarde;
el Señor haga resplandecer su rostro sobre ti
y te extienda su amor;
el Señor mueva su rostro hacia ti
y te conceda la paz. - “Vuélvanse a mí,
y yo me volveré a ustedes”,
afirma el Señor de los Ejércitos. - La Ley del Señor es perfecta:
infunde nuevo aliento.
El mandato del Señor es digno de confianza:
da sabiduría al sencillo. - Los preceptos del Señor son rectos:
traen alegría al corazón.
El mandamiento del Señor es claro:
da luz a los ojos. - El Señor nos da la riqueza y la pobreza;
nos humilla, pero también nos enaltece. - El Señor es mi luz y mi salvación;
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida;
¿quién me asustará? - Una sola cosa pido al Señor
y es lo único que persigo:
habitar en la casa del Señor
todos los días de mi vida,
para contemplar la hermosura del Señor
y buscar orientación en su Templo. - Señor, hazme conocer tus caminos;
y enséñame tus sendas. - El Señor cumplirá en mí su propósito.
Tu gran amor, Señor, perdura para siempre;
¡no abandones la obra de tus manos! - «¿Podrá el hombre hallar un escondite
donde yo no pueda encontrarlo?»,
afirma el Señor.
«¿Acaso no soy yo el que llena los cielos y la tierra?»,
afirma el Señor. - ¡Busquen al Señor y su fuerza;
anhelen siempre su rostro! - Es mejor refugiarse en el Señor
que confiar en el hombre. - El Señor te cuidará;
de todo mal guardará tu vida.
El Señor cuidará tu salida y tu entrada,
desde ahora y para siempre. - No uses el nombre del Señor tu Dios en vano. Yo, el Señor, no tendré por inocente a quien se atreva a usar mi nombre en vano.
- Si el Señor no edifica la casa,
en vano se esfuerzan los albañiles.
Si el Señor no cuida la ciudad,
en vano hacen guardia los vigilantes. - Obedezcan mis mandamientos y pónganlos por obra. Yo soy el Señor.
- Así dice el Señor a Israel:
«¡Búsquenme y vivirán!» - Ustedes quédense quietos, que el Señor presentará batalla por ustedes.
- Busqué al Señor y él me respondió;
me libró de todos mis temores. - Muy bien —contestó el Señor—. Todas sus posesiones están en tus manos, con la condición de que a él no le pongas la mano encima. Dicho esto, Satanás se retiró de la presencia del Señor.
- Espero al Señor, lo espero con toda el alma;
en su palabra he puesto mi esperanza. - Esta es la palabra del Señor para Zorobabel:
“No será por la fuerza ni por ningún poder, sino por mi Espíritu —dice el Señor de los Ejércitos—.” - El Señor está conmigo y no tengo miedo;
¿qué me puede hacer un simple mortal? - ¡Busquen al Señor y su fuerza;
anhelen siempre su rostro! - Tuya es, Señor, la salvación;
¡envía tu bendición sobre tu pueblo! Selah - El Señor es refugio de los oprimidos;
es su baluarte en momentos de angustia. - Alaba, alma mía, al Señor;
alabe todo mi ser su santo nombre. - Tú, Señor, mantienes mi lámpara encendida;
tú, Dios mío, iluminas mis tinieblas. - ¡Levántate, Señor!
¡Levanta, oh Dios, tu brazo!
¡No te olvides de los indefensos! - Al llegar a este punto, Job se levantó, se rasgó las vestiduras, se rasuró la cabeza y se dejó caer al suelo en actitud de adoración. Entonces dijo:
«Desnudo salí del vientre de mi madre
y desnudo he de partir.
El Señor ha dado; el Señor ha quitado.
¡Bendito sea el nombre del Señor!». - Que tu gran amor, Señor, nos acompañe,
tal como lo esperamos de ti. - Observen mis sábados y muestren reverencia por mi santuario. Yo soy el Señor.
- Este es el día que hizo el Señor;
regocijémonos y alegrémonos en él. - Me digo a mí mismo:
«El Señor es mi herencia.
¡En él esperaré!». - Este pobre clamó, el Señor lo oyó
y lo libró de todas sus angustias. - Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón,
y contar todas tus maravillas. - “¡Vuelve, apóstata Israel!
No te miraré con ira”,
afirma el Señor.
“No te guardaré rencor para siempre,
porque soy misericordioso”,
afirma el Señor. - Y ahora, Israel, ¿qué te pide el Señor tu Dios? Simplemente que le temas y andes en todos sus caminos, que lo ames y le sirvas con todo tu corazón y con toda tu alma, y que cumplas los mandamientos y los estatutos que hoy el Señor te manda cumplir, para que te vaya bien.
- Dichosos todos los que temen al Señor,
los que van por sus caminos. - ¡Cantaré al Señor toda mi vida!
¡Cantaré salmos a mi Dios mientras exista! - No bien decía: «Mis pies resbalan»,
cuando ya tu gran amor, Señor, venía en mi ayuda. - Pero el Señor dijo a Samuel: —No te dejes impresionar por su apariencia ni por su estatura, pues yo lo he rechazado. La gente se fija en las apariencias, pero yo me fijo en el corazón.
- Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella,
el mundo y cuantos lo habitan.
Versículo de la Biblia del día
Toda palabra de Dios es purificada;Dios es escudo a los que en él buscan refugio.