Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos y mis pensamientos, más que vuestros pensamientos. | Porque como los cielos son más altos que la tierra, así mis caminos son más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. |
Más vale el buen nombre que las muchas riquezas, y la buena fama vale más que la plata y el oro. | Más vale el buen nombre que las muchas riquezas, y el favor que la plata y el oro. |
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Así que, ya no nos juzguemos más los unos a los otros, sino más bien decidid no poner tropiezo u ocasión de caer al hermano. | Por consiguiente, ya no nos juzguemos los unos a los otros, sino más bien decidid esto: no poner obstáculo o piedra de tropiezo al hermano. |
No os angustiéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por el cuerpo, qué vestiréis. La vida es más que la comida, y el cuerpo más que el vestido. | No os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. Porque la vida es más que el alimento, y el cuerpo más que la ropa. |
Me he gozado en el camino de tus testimonios más que de toda riqueza. | Me he gozado en el camino de tus testimonios, más que en todas las riquezas. |
Toda labor da su fruto; mas las vanas palabras empobrecen. | En todo trabajo hay ganancia, pero el vano hablar conduce solo a la pobreza. |
Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. | Pero en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. |
Pero sea vuestro hablar: “Sí, sí” o “No, no” porque lo que es más de esto, de mal procede. | Antes bien, sea vuestro hablar: «Sí, sí» o «No, no»; y lo que es más de esto, procede del mal. |
Hacer justicia y juicio es para Jehová más agradable que el sacrificio. | El hacer justicia y derecho es más deseado por el Señor que el sacrificio. |
Aquel cuya alma no es recta se enorgullece; mas el justo por su fe vivirá. | He aquí el orgulloso: en él, su alma no es recta, mas el justo por su fe vivirá. |
El hombre que tiene amigos debe ser amistoso, y amigos hay más unidos que un hermano. | El hombre de muchos amigos se arruina, pero hay amigo más unido que un hermano. |
Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí; mi gloria, y el que levanta mi cabeza. | Mas tú, oh Señor, eres escudo en derredor mío, mi gloria, y el que levanta mi cabeza. |
Mejor es adquirir sabiduría que oro fino, y adquirir inteligencia vale más que la plata. | Adquirir sabiduría, cuánto mejor que el oro, y adquirir inteligencia es preferible a la plata. |
Por tanto os digo: No os angustiéis por vuestra vida, qué habéis de comer o qué habéis de beber; ni por vuestro cuerpo, qué habéis de vestir. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que el vestido? | Por eso os digo, no os preocupéis por vuestra vida, qué comeréis o qué beberéis; ni por vuestro cuerpo, qué vestiréis. ¿No es la vida más que el alimento y el cuerpo más que la ropa? |
Los tesoros de maldad no serán de provecho, mas la justicia libra de la muerte. | Tesoros mal adquiridos no aprovechan, mas la justicia libra de la muerte. |
Porque seré propicio a sus injusticias, y nunca más me acordaré de sus pecados ni de sus maldades. | Pues tendré misericordia de sus iniquidades, y nunca más me acordaré de sus pecados. |
El de corazón sabio recibe los mandamientos, mas el de labios necios va a su ruina. | El sabio de corazón aceptará mandatos, mas el necio charlatán será derribado. |
Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre; tu trono, de generación en generación. | Mas tú, oh Señor, reinas para siempre, tu trono permanece de generación en generación. |
Y les dijo: —Cualquiera que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y cualquiera que me recibe a mí, recibe al que me envió, porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ése es el más grande. | Y les dijo: El que reciba a este niño en mi nombre, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe a aquel que me envió; porque el que es más pequeño entre todos vosotros, ese es grande. |
Ten piedad de mí, Dios, conforme a tu misericordia; conforme a la multitud de tus piedades borra mis rebeliones. ¡Lávame más y más de mi maldad y límpiame de mi pecado! | Ten piedad de mí, oh Dios, conforme a tu misericordia; conforme a lo inmenso de tu compasión, borra mis transgresiones. Lávame por completo de mi maldad, y límpiame de mi pecado. |
Pero, ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por consiguiente, está permitido hacer el bien en sábado. | Pues, ¡cuánto más vale un hombre que una oveja! Por tanto, es lícito hacer bien en el día de reposo. |
La memoria del justo es bendecida, mas el nombre de los malvados se pudrirá. | La memoria del justo es bendita, pero el nombre del impío se pudrirá. |
Nunca me separé del mandamiento de sus labios, sino que guardé las palabras de su boca más que mi comida. | Del mandamiento de sus labios no me he apartado, he atesorado las palabras de su boca más que mi comida. |
Plata pura es la lengua del justo, mas es nada el corazón de los malvados. | La lengua del justo es plata escogida, pero el corazón de los impíos es poca cosa. |
¿Acaso piensas que no puedo ahora orar a mi Padre, y que él no me daría más de doce legiones de ángeles? | ¿O piensas que no puedo rogar a mi Padre, y Él pondría a mi disposición ahora mismo más de doce legiones de ángeles? |