El necio muestra en seguida su enojo, pero el prudente pasa por alto el insulto. | El necio al punto da a conocer su ira; Mas el que no hace caso de la injuria es prudente. |
El prudente ve el peligro y lo evita; el inexperto sigue adelante y sufre las consecuencias. | El avisado ve el mal y se esconde; Mas los simples pasan y llevan el daño. |
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Hasta un necio pasa por sabio si guarda silencio; se le considera prudente si cierra la boca. | Aun el necio, cuando calla, es contado por sabio; El que cierra sus labios es entendido. |
Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. | Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. |
El que mucho habla, mucho yerra; el que es sabio refrena su lengua. | En las muchas palabras no falta pecado; Mas el que refrena sus labios es prudente. |
La casa y el dinero se heredan de los padres, pero la esposa inteligente es un don del Señor. | La casa y las riquezas son herencia de los padres; Mas de Jehová la mujer prudente. |
No te afanes acumulando riquezas; no te obsesiones con ellas. | No te afanes por hacerte rico; Sé prudente, y desiste. |
El necio desdeña la corrección de su padre; el que la acepta demuestra prudencia. | El necio menosprecia el consejo de su padre; Mas el que guarda la corrección vendrá a ser prudente. |
El que es sabio entiende estas cosas; el que es inteligente las comprende. Ciertamente son rectos los caminos del Señor: en ellos caminan los justos, mientras que allí tropiezan los rebeldes. | ¿Quién es sabio para que entienda esto, y prudente para que lo sepa? Porque los caminos de Jehová son rectos, y los justos andarán por ellos; mas los rebeldes caerán en ellos. |
El orgullo solo genera contiendas, pero la sabiduría está con quienes oyen consejos. | Ciertamente la soberbia concebirá contienda; Mas con los avisados está la sabiduría. |
Ya se acerca el fin de todas las cosas. Así que, para orar bien, manténganse sobrios y con la mente despejada. | Mas el fin de todas las cosas se acerca; sed, pues, sobrios, y velad en oración. |