Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal pierde su sabor, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres. | Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres. |
Mas para vosotros, los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia y en sus alas traerá salvación. Saldréis y saltaréis como becerros de la manada. | Mas para vosotros que teméis mi nombre, se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas; y saldréis y saltaréis como terneros del establo. |
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Sáname, Jehová, y quedaré sano; sálvame, y seré salvo, porque tú eres mi alabanza. | Sáname, oh Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvo, porque tú eres mi alabanza. |
Yo soy la puerta: el que por mí entre será salvo; entrará y saldrá, y hallará pastos. | Yo soy la puerta; si alguno entra por mí, será salvo; y entrará y saldrá y hallará pasto. |
Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo. Sea vuestra palabra siempre con gracia, sazonada con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada uno. | Andad sabiamente para con los de afuera, aprovechando bien el tiempo. Que vuestra conversación sea siempre con gracia, sazonada como con sal, para que sepáis cómo debéis responder a cada persona. |
Todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí, éste la salvará. | Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí, ese la salvará. |
Todo el que quiera salvar su vida, la perderá; y todo el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. | Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. |
Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. | Porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. |
Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; ¡sálvame por tu misericordia! | Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; sálvame en tu misericordia. |
Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos. | Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos. |
Pero el que persevere hasta el fin, éste será salvo. | Pero el que persevere hasta el fin, ese será salvo. |
A Jehová cantaré en mi vida; a mi Dios cantaré salmos mientras viva. | Al Señor cantaré mientras yo viva; cantaré alabanzas a mi Dios mientras yo exista. |
Y todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo. | Y sucederá que todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo. |
Te alabaré, Jehová, entre los pueblos; a ti cantaré salmos entre las naciones. | Te alabaré entre los pueblos, Señor; te cantaré alabanzas entre las naciones. |
Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. | Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido. |
En Dios solamente descansa mi alma; de él viene mi salvación. | En Dios solamente espera en silencio mi alma; de Él viene mi salvación. |
Pero nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también esperamos al Salvador, al Señor Jesucristo. | Porque nuestra ciudadanía está en los cielos, de donde también ansiosamente esperamos a un Salvador, el Señor Jesucristo. |
Ya que todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo. | Porque: Todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo. |
Dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque él salvará a su pueblo de sus pecados. | Y dará a luz un hijo, y le pondrás por nombre Jesús, porque Él salvará a su pueblo de sus pecados. |
Oyéndolo Jesús, le respondió: —No temas; cree solamente y será salva. | Pero cuando Jesús lo oyó, le respondió: No temas; cree solamente, y ella será sanada. |
¡Jehová, Dios de los ejércitos, restáuranos! ¡Haz resplandecer tu rostro y seremos salvos! | Oh Señor, Dios de los ejércitos, restáuranos; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros y seremos salvos. |
La salvación es de Jehová. ¡Sobre tu pueblo sea tu bendición! Selah | La salvación es del Señor. ¡Sea sobre tu pueblo tu bendición! (Selah) |
Solamente él es mi roca y mi salvación. Es mi refugio, no resbalaré. | Solo Él es mi roca y mi salvación, mi refugio, nunca seré sacudido. |
Jesús le dijo: —Vete, tu fe te ha salvado. Al instante recobró la vista, y seguía a Jesús por el camino. | Y Jesús le dijo: Vete, tu fe te ha sanado. Y al instante recobró la vista, y le seguía por el camino. |
Mas yo soy Jehová, tu Dios, desde la tierra de Egipto; no conocerás, pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí. | Mas yo he sido el Señor tu Dios desde la tierra de Egipto; no reconocerás a otro dios fuera de mí, pues no hay más salvador que yo. |