Ustedes son la sal de la tierra. Pero, si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee. | Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se ha vuelto insípida, ¿con qué se hará salada otra vez? Ya para nada sirve, sino para ser echada fuera y pisoteada por los hombres. |
Sáname, Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvado, porque tú eres mi alabanza. | Sáname, oh Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvo, porque tú eres mi alabanza. |
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Gritarán de júbilo mis labios cuando yo te cante salmos, pues me has salvado la vida. | Darán voces de júbilo mis labios, cuando te cante alabanzas, y mi alma, que tú has redimido. |
Solo en Dios halla descanso mi alma; de él viene mi salvación. | En Dios solamente espera en silencio mi alma; de Él viene mi salvación. |
Tuya es, Señor, la salvación; ¡envía tu bendición sobre tu pueblo! Selah | La salvación es del Señor. ¡Sea sobre tu pueblo tu bendición! (Selah) |
Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará. | Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí, ese la salvará. |
Pero para ustedes que temen mi nombre, se levantará el sol de justicia trayendo en sus rayos salud. Y ustedes saldrán saltando como becerros recién alimentados. | Mas para vosotros que teméis mi nombre, se levantará el sol de justicia con la salud en sus alas; y saldréis y saltaréis como terneros del establo. |
Pero yo confío en tu gran amor; mi corazón se alegra en tu salvación. Canto salmos al Señor. ¡El Señor ha sido bueno conmigo! | Mas yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se regocijará en tu salvación. Cantaré al Señor, porque me ha colmado de bienes. |
Solo él es mi roca y mi salvación; él es mi protector y no habré de caer. | Solo Él es mi roca y mi salvación, mi refugio, nunca seré sacudido. |
Solo él es mi roca y mi salvación; él es mi protector. ¡Jamás habré de caer! | Solo Él es mi roca y mi salvación, mi baluarte, nunca seré sacudido. |
De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos. | Y en ningún otro hay salvación, porque no hay otro nombre bajo el cielo dado a los hombres, en el cual podamos ser salvos. |
Que irradie tu faz sobre tu siervo; por tu gran amor, sálvame. | Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo; sálvame en tu misericordia. |
Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa y por el evangelio la salvará. | Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí y del evangelio, la salvará. |
Dios es mi salvación y mi gloria; es la roca que me fortalece; ¡mi refugio está en Dios! | En Dios descansan mi salvación y mi gloria; la roca de mi fortaleza, mi refugio, está en Dios. |
Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios. | Tomad también el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios. |
Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. | Porque os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. |
Y, consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen. | Y habiendo sido hecho perfecto, vino a ser fuente de eterna salvación para todos los que le obedecen. |
Restáuranos, Señor Dios Todopoderoso; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros, y sálvanos. | Oh Señor, Dios de los ejércitos, restáuranos; haz resplandecer tu rostro sobre nosotros y seremos salvos. |
A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los malvados. | Porque mientras aún éramos débiles, a su tiempo Cristo murió por los impíos. |
Pero yo he puesto mi esperanza en el Señor; yo espero en el Dios de mi salvación. ¡Mi Dios me escuchará! | Pero yo pondré mis ojos en el Señor, esperaré en el Dios de mi salvación; mi Dios me oirá. |
Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él. | Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él. |
Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador, que día tras día sobrelleva nuestras cargas. Selah | Bendito sea el Señor, que cada día lleva nuestra carga, el Dios que es nuestra salvación. (Selah) |
El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es el baluarte de mi vida; ¿quién podrá amedrentarme? | El Señor es mi luz y mi salvación; ¿a quién temeré? El Señor es la fortaleza de mi vida; ¿de quién tendré temor? |
Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo. | Y sucederá que todo aquel que invoque el nombre del Señor será salvo. |
Encamíname en tu verdad, ¡enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador; ¡en ti pongo mi esperanza todo el día! | Guíame en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti espero todo el día. |