Versículos de la Biblia sobre 'Sal'
- Ustedes son la sal de la tierra. Pero, si la sal se vuelve insípida, ¿cómo recobrará su sabor? Ya no sirve para nada, sino para que la gente la deseche y la pisotee.
- Sáname, Señor, y seré sanado;
sálvame y seré salvado,
porque tú eres mi alabanza. - Gritarán de júbilo mis labios
cuando yo te cante salmos,
pues me has salvado la vida. - Solo en Dios halla descanso mi alma;
de él viene mi salvación. - Tuya es, Señor, la salvación;
¡envía tu bendición sobre tu pueblo! Selah - Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.
- Pero para ustedes que temen mi nombre, se levantará el sol de justicia trayendo en sus rayos salud. Y ustedes saldrán saltando como becerros recién alimentados.
- Pero yo confío en tu gran amor;
mi corazón se alegra en tu salvación.
Canto salmos al Señor.
¡El Señor ha sido bueno conmigo! - Solo él es mi roca y mi salvación;
él es mi protector
y no habré de caer. - Solo él es mi roca y mi salvación;
él es mi protector.
¡Jamás habré de caer! - De hecho, en ningún otro hay salvación, porque no hay bajo el cielo otro nombre dado a los hombres mediante el cual podamos ser salvos.
- Que irradie tu faz sobre tu siervo;
por tu gran amor, sálvame. - Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa y por el evangelio la salvará.
- Dios es mi salvación y mi gloria;
es la roca que me fortalece;
¡mi refugio está en Dios! - Tomen el casco de la salvación y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.
- Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor.
- Y, consumada su perfección, llegó a ser autor de salvación eterna para todos los que le obedecen.
- Restáuranos, Señor Dios Todopoderoso;
haz resplandecer tu rostro sobre nosotros,
y sálvanos. - A la verdad, como éramos incapaces de salvarnos, en el tiempo señalado Cristo murió por los malvados.
- Pero yo he puesto mi esperanza en el Señor;
yo espero en el Dios de mi salvación.
¡Mi Dios me escuchará! - Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
- Bendito sea el Señor, nuestro Dios y Salvador,
que día tras día sobrelleva nuestras cargas. Selah - El Señor es mi luz y mi salvación;
¿a quién temeré?
El Señor es el baluarte de mi vida;
¿quién podrá amedrentarme? - Y todo el que invoque el nombre del Señor será salvo.
- Encamíname en tu verdad, ¡enséñame!
Tú eres mi Dios y Salvador;
¡en ti pongo mi esperanza todo el día!