Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.


Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por Él.
Versículo de la Biblia del día
Mil años, para ti, son como el día de ayer, que ya pasó;son como unas cuantas horas de la noche.