- De veras te aseguro que quien no nazca de nuevo no puede ver el reino de Dios —dijo Jesús.
- Yo te aseguro que quien no nazca de agua y del Espíritu no puede entrar en el reino de Dios —respondió Jesús—.
- Lo que nace del cuerpo es cuerpo; lo que nace del Espíritu es espíritu.
- Porque tanto amó Dios al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo el que cree en él no se pierda, sino que tenga vida eterna.
- Dios no envió a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para salvarlo por medio de él.
- El que cree en él no es condenado, pero el que no cree ya está condenado por no haber creído en el nombre del Hijo unigénito de Dios.
- En cambio, el que practica la verdad se acerca a la luz, para que se vea claramente que ha hecho sus obras en obediencia a Dios.
- A él le toca crecer, y a mí menguar.
- El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rechaza al Hijo no sabrá lo que es esa vida, sino que permanecerá bajo el castigo de Dios.