Los preceptos del Señor son rectos, que alegran el corazón; el mandamiento del Señor es puro, que alumbra los ojos. | Los preceptos del Señor son rectos: traen alegría al corazón. El mandamiento del Señor es claro: da luz a los ojos. |
Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti, oh Señor, roca mía y redentor mío. | Sean, pues, aceptables ante ti mis palabras y mis pensamientos, oh Señor, roca mía y redentor mío. |
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Que te conceda el deseo de tu corazón, y cumpla todos tus anhelos. | Que te conceda lo que tu corazón desea; que haga que se cumplan todos tus planes. |
Algunos confían en carros, y otros en caballos; mas nosotros en el nombre del Señor nuestro Dios confiaremos. | Estos confían en sus carros de guerra, aquellos confían en sus corceles, pero nosotros confiamos en el nombre del Señor nuestro Dios. |
El Señor es mi pastor, nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce. | El Señor es mi pastor, nada me falta; en verdes pastos me hace descansar. Junto a tranquilas aguas me conduce. |
Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento. | Aun si voy por valles tenebrosos, no temo peligro alguno porque tú estás a mi lado; tu vara de pastor me reconforta. |
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del Señor moraré por largos días. | La bondad y el amor me seguirán todos los días de mi vida; y en la casa del Señor habitaré para siempre. |
Del Señor es la tierra y todo lo que hay en ella; el mundo y los que en él habitan. | Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan. |
¿Quién es este Rey de la gloria? El Señor de los ejércitos, Él es el Rey de la gloria. (Selah) | ¿Quién es este Rey de la gloria? Es el Señor Todopoderoso; ¡él es el Rey de la gloria! Selah |
Señor, muéstrame tus caminos, y enséñame tus sendas. | Señor, hazme conocer tus caminos; muéstrame tus sendas. |
Guíame en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti espero todo el día. | Encamíname en tu verdad, ¡enséñame! Tú eres mi Dios y Salvador; ¡en ti pongo mi esperanza todo el día! |
Acuérdate, oh Señor, de tu compasión y de tus misericordias, que son eternas. No te acuerdes de los pecados de mi juventud ni de mis transgresiones; acuérdate de mí conforme a tu misericordia, por tu bondad, oh Señor. | Acuérdate, Señor, de tu ternura y gran amor, que siempre me has mostrado; olvida los pecados y transgresiones que cometí en mi juventud. Acuérdate de mí según tu gran amor, porque tú, Señor, eres bueno. |
Bueno y recto es el Señor; por tanto, Él muestra a los pecadores el camino. Dirige a los humildes en la justicia, y enseña a los humildes su camino. | Bueno y justo es el Señor; por eso les muestra a los pecadores el camino. Él dirige en la justicia a los humildes, y les enseña su camino. |