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La injusticia (4/4)

Quien teme al Señor aborrece lo malo; yo aborrezco el orgullo y la arrogancia, la mala conducta y el lenguaje perverso.El temor del Señor es aborrecer el mal. El orgullo, la arrogancia, el mal camino y la boca perversa, yo aborrezco.
Toda la plenitud de la divinidad habita en forma corporal en Cristo; y en él, que es la cabeza de todo poder y autoridad, ustedes han recibido esa plenitud.Porque toda la plenitud de la Deidad reside corporalmente en Él, y habéis sido hechos completos en Él, que es la cabeza sobre todo poder y autoridad.
Aleja de tu boca la perversidad; aparta de tus labios las palabras corruptas.Aparta de ti la boca perversa, y aleja de ti los labios falsos.
Pero, mientras mantenían a Pedro en la cárcel, la iglesia oraba constante y fervientemente a Dios por él.Así pues, Pedro era custodiado en la cárcel, pero la iglesia hacía oración ferviente a Dios por él.
Aquellos de entre ustedes que tratan de ser justificados por la ley han roto con Cristo; han caído de la gracia.De Cristo os habéis separado, vosotros que procuráis ser justificados por la ley; de la gracia habéis caído.
Porque el que quiera salvar su vida la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa la salvará.Porque el que quiera salvar su vida, la perderá, pero el que pierda su vida por causa de mí, ese la salvará.
Dios, en el principio, creó los cielos y la tierra. La tierra era un caos total, las tinieblas cubrían el abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.En el principio creó Dios los cielos y la tierra. Y la tierra estaba sin orden y vacía, y las tinieblas cubrían la superficie del abismo, y el Espíritu de Dios se movía sobre la superficie de las aguas.
Porque no fue su espada la que conquistó la tierra, ni fue su brazo el que les dio la victoria: fue tu brazo, tu mano derecha; fue la luz de tu rostro, porque tú los amabas.Pues no por su espada tomaron posesión de la tierra, ni su brazo los salvó, sino tu diestra y tu brazo, y la luz de tu presencia, porque te complaciste en ellos.
La casa y el dinero se heredan de los padres, pero la esposa inteligente es un don del Señor.Casa y riqueza son herencia de los padres, pero la mujer prudente viene del Señor.
Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por mi causa, la encontrará.Porque el que quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa de mí, la hallará.
Vale más la buena fama que las muchas riquezas, y más que oro y plata, la buena reputación.Más vale el buen nombre que las muchas riquezas, y el favor que la plata y el oro.
El necio desdeña la corrección de su padre; el que la acepta demuestra prudencia.El necio rechaza la disciplina de su padre, mas el que acepta la reprensión es prudente.
La mentalidad pecaminosa es muerte, mientras que la mentalidad que proviene del Espíritu es vida y paz.Porque la mente puesta en la carne es muerte, pero la mente puesta en el Espíritu es vida y paz.
De hecho, Cristo es el fin de la ley, para que todo el que cree reciba la justicia.Porque Cristo es el fin de la ley para justicia a todo aquel que cree.
Fijemos la mirada en Jesús, el iniciador y perfeccionador de nuestra fe, quien, por el gozo que le esperaba, soportó la cruz, menospreciando la vergüenza que ella significaba, y ahora está sentado a la derecha del trono de Dios.Puestos los ojos en Jesús, el autor y consumador de la fe, quien por el gozo puesto delante de Él soportó la cruz, menospreciando la vergüenza, y se ha sentado a la diestra del trono de Dios.
Más bien, al vivir la verdad con amor, creceremos hasta ser en todo como aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.Sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.
Jesucristo es “la piedra que desecharon ustedes los constructores, y que ha llegado a ser la piedra angular”.Este Jesús es la piedra desechada por vosotros los constructores, pero que ha venido a ser la piedra angular.
La bendición del Señor trae riquezas, y nada se gana con preocuparse.La bendición del Señor es la que enriquece, y Él no añade tristeza con ella.
He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, me he mantenido en la fe. Por lo demás me espera la corona de justicia que el Señor, el juez justo, me otorgará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que con amor hayan esperado su venida.He peleado la buena batalla, he terminado la carrera, he guardado la fe. En el futuro me está reservada la corona de justicia que el Señor, el Juez justo, me entregará en aquel día; y no solo a mí, sino también a todos los que aman su venida.
De hecho, en el evangelio se revela la justicia que proviene de Dios, la cual es por fe de principio a fin, tal como está escrito: «El justo vivirá por la fe».Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe; como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.
Manténganse firmes, ceñidos con el cinturón de la verdad, protegidos por la coraza de justicia, y calzados con la disposición de proclamar el evangelio de la paz. Además de todo esto, tomen el escudo de la fe, con el cual pueden apagar todas las flechas encendidas del maligno.Estad, pues, firmes, ceñida vuestra cintura con la verdad, revestidos con la coraza de la justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz; en todo, tomando el escudo de la fe con el que podréis apagar todos los dardos encendidos del maligno.
La suma de tus palabras es la verdad; tus rectos juicios permanecen para siempre.La suma de tu palabra es verdad, y cada una de tus justas ordenanzas es eterna.
Pero la Escritura declara que todo el mundo es prisionero del pecado, para que mediante la fe en Jesucristo lo prometido se les conceda a los que creen.Pero la Escritura lo encerró todo bajo pecado, para que la promesa que es por la fe en Jesucristo fuera dada a todos los que creen.
Porque la paga del pecado es muerte, mientras que la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, nuestro Señor.Porque la paga del pecado es muerte, pero la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.
Confía en el Señor y haz el bien; establécete en la tierra y mantente fiel.Confía en el Señor, y haz el bien; habita en la tierra, y cultiva la fidelidad.

Versículo de la Biblia del día

Porque con un solo sacrificio ha hecho perfectos para siempre a los que está santificando.

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Versículo de la Biblia al Azar

El Señor te protegerá;
de todo mal protegerá tu vida.
El Señor te cuidará en el hogar y en el camino,
desde ahora y para siempre.
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