El cual, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. | Él, siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo, tomó la forma de siervo y se hizo semejante a los hombres. Mas aún, hallándose en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz. |
Porque a mis ojos fuiste de gran estima, fuiste honorable, y yo te amé; daré, pues, hombres por ti, y naciones por tu vida. | Porque a mis ojos eres de gran estima, eres honorable y yo te he amado; daré, pues, hombres a cambio de ti y naciones a cambio de tu vida. |
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Corona de los viejos son los nietos, Y la honra de los hijos, sus padres. | Corona de los viejos son los nietos y honra de los hijos son sus padres. |
Levántate, oh Jehová Dios, alza tu mano; No te olvides de los pobres. | ¡Levántate, Jehová Dios, alza tu mano! ¡No te olvides de los pobres! |
Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. | Al Dios y Padre nuestro sea gloria por los siglos de los siglos. Amén. |
La esperanza de los justos es alegría; Mas la esperanza de los impíos perecerá. | La esperanza de los justos es alegría, mas la esperanza de los malvados perecerá. |
Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. | Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos. |
Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor del hombre, que es mortal, y del hijo de hombre, que es como heno? | Yo, yo soy vuestro consolador. ¿Quién eres tú para que tengas temor de los mortales y de los hijos de los hombres, que son como el heno? |
Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. | Sobrellevad los unos las cargas de los otros, y cumplid así la ley de Cristo. |
Y pusieron sobre su cabeza su causa escrita: ESTE ES JESÚS, EL REY DE LOS JUDÍOS. | Pusieron sobre su cabeza su causa escrita: «Éste es Jesús, el rey de los judíos.» |
Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. | Porque el anhelo ardiente de la creación es el aguardar la manifestación de los hijos de Dios. |
La casa y las riquezas son herencia de los padres; Mas de Jehová la mujer prudente. | La casa y las riquezas son herencia de los padres, pero don de Jehová es la mujer prudente. |
Lavaos y limpiaos; quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos; dejad de hacer lo malo. | Lavaos y limpiaos, quitad la iniquidad de vuestras obras de delante de mis ojos, dejad de hacer lo malo. |
La mano de los diligentes señoreará; Mas la negligencia será tributaria. | La mano de los diligentes dominará, pero la negligencia será tributaria. |
Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová En la tierra de los vivientes. | Hubiera yo desmayado, si no creyera que he de ver la bondad de Jehová en la tierra de los vivientes. |
La memoria del justo será bendita; Mas el nombre de los impíos se pudrirá. | La memoria del justo es bendecida, mas el nombre de los malvados se pudrirá. |
Como el padre se compadece de los hijos, Se compadece Jehová de los que le temen. | Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que lo temen. |
Jehová guarda a los extranjeros; Al huérfano y a la viuda sostiene, Y el camino de los impíos trastorna. | Jehová guarda a los extranjeros; al huérfano y a la viuda sostiene, y el camino de los impíos trastorna. |
¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos, El es el Rey de la gloria. Selah | ¿Quién es este Rey de gloria? ¡Es Jehová de los ejércitos! ¡Él es el Rey de gloria! Selah |
Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; El guarda las almas de sus santos; De mano de los impíos los libra. | Los que amáis a Jehová, aborreced el mal; él guarda las almas de sus santos; de manos de los impíos los libra. |
Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. | Bienaventurados los que padecen persecución por causa de la justicia, porque de ellos es el reino de los cielos. |
La dádiva del hombre le ensancha el camino Y le lleva delante de los grandes. | Los regalos de un hombre le abren el camino que lleva a la presencia de los grandes. |
Plata escogida es la lengua del justo; Mas el corazón de los impíos es como nada. | Plata pura es la lengua del justo, mas es nada el corazón de los malvados. |
Hay bendiciones sobre la cabeza del justo; Pero violencia cubrirá la boca de los impíos. | Hay bendiciones sobre la cabeza del justo, pero la boca de los malvados oculta violencia. |
El rico se enseñorea de los pobres, Y el que toma prestado es siervo del que presta. | El rico se hace dueño de los pobres y el que toma prestado se hace siervo del que presta. |