Nosotros amamos porque él nos amó primero. | Nosotros lo amamos a él porque él nos amó primero. |
Porque para Dios no hay nada imposible. | Pues nada hay imposible para Dios. |
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Cuídame, oh Dios, porque en ti busco refugio. | Guárdame, Dios, porque en ti he confiado. |
El que no ama no conoce a Dios, porque Dios es amor. | El que no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es amor. |
Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca. | Arrepentíos, porque el reino de los cielos se ha acercado. |
Pero yo les digo: No juren de ningún modo: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. | Pero yo os digo: No juréis de ninguna manera: ni por el cielo, porque es el trono de Dios; ni por la tierra, porque es el estrado de sus pies; ni por Jerusalén, porque es la ciudad del gran Rey. |
Dichosos los que lloran, porque serán consolados. | Bienaventurados los que lloran, porque recibirán consolación. |
¡Alaben al Señor porque él es bueno, y su gran amor perdura para siempre! | Aclamad a Jehová, porque él es bueno; porque su misericordia es eterna. |
Viviré con toda libertad, porque he buscado tus preceptos. | Y andaré en libertad, porque busqué tus mandamientos. |
Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón. | Porque donde esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón. |
Ustedes me llaman Maestro y Señor, y dicen bien, porque lo soy. | Vosotros me llamáis Maestro y Señor, y decís bien, porque lo soy. |
Depositen en él toda ansiedad, porque él cuida de ustedes. | Echad toda vuestra ansiedad sobre él, porque él tiene cuidado de vosotros. |
Dichosos los de corazón limpio, porque ellos verán a Dios. | Bienaventurados los de limpio corazón, porque verán a Dios. |
Por la mañana hazme saber de tu gran amor, porque en ti he puesto mi confianza. Señálame el camino que debo seguir, porque a ti elevo mi alma. | Hazme oír por la mañana tu misericordia, porque en ti he confiado. Hazme saber el camino por donde ande, porque hacia ti he elevado mi alma. |
Porque para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia. | Porque para mí el vivir es Cristo y el morir, ganancia. |
Porque «todo el que invoque el nombre del Señor será salvo». | Ya que todo aquel que invoque el nombre del Señor, será salvo. |
Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. | No temas, porque yo estoy contigo; no desmayes, porque yo soy tu Dios que te esfuerzo; siempre te ayudaré, siempre te sustentaré con la diestra de mi justicia. |
Por lo tanto, manténganse despiertos, porque no saben qué día vendrá su Señor. | Velad, pues, porque no sabéis a qué hora ha de venir vuestro Señor. |
Al de carácter firme lo guardarás en perfecta paz, porque en ti confía. | Tú guardarás en completa paz a aquel cuyo pensamiento en ti persevera, porque en ti ha confiado. |
Por sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque de él mana la vida. | Sobre toda cosa que guardes, guarda tu corazón, porque de él mana la vida. |
Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. | Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido. |
En paz me acuesto y me duermo, porque solo tú, Señor, me haces vivir confiado. | En paz me acostaré y asimismo dormiré, porque sólo tú, Jehová, me haces vivir confiado. |
Sáname, Señor, y seré sanado; sálvame y seré salvado, porque tú eres mi alabanza. | Sáname, Jehová, y quedaré sano; sálvame, y seré salvo, porque tú eres mi alabanza. |
Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios. | Bienaventurados los pacificadores, porque serán llamados hijos de Dios. |
Dichosos los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. | Bienaventurados los que tienen hambre y sed de justicia, porque serán saciados. |