- No envidies al hombre violento,
y no escojas ninguno de sus caminos;
porque el hombre perverso es abominación para el Señor;
pero Él es amigo íntimo de los rectos. - Adquiere sabiduría, adquiere inteligencia;
no te olvides ni te apartes de las palabras de mi boca. - Lo principal es la sabiduría; adquiere sabiduría,
y con todo lo que obtengas adquiere inteligencia. - Oye, hijo mío, recibe mis palabras,
y muchos serán los años de tu vida. - Por el camino de la sabiduría te he conducido,
por sendas de rectitud te he guiado. - Hijo mío, presta atención a mis palabras,
inclina tu oído a mis razones;
que no se aparten de tus ojos,
guárdalas en medio de tu corazón. - Con toda diligencia guarda tu corazón,
porque de él brotan los manantiales de la vida. - Aparta de ti la boca perversa,
y aleja de ti los labios falsos. - Miren tus ojos hacia adelante,
y que tu mirada se fíje en lo que está frente a ti. - Fíjate en el sendero de tus pies,
y todos tus caminos serán establecidos. - No te desvíes a la derecha ni a la izquierda;
aparta tu pie del mal. - Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre,
y no abandones la enseñanza de tu madre. - ¿O puede caminar un hombre sobre carbones encendidos
sin que se quemen sus pies? - El temor del Señor es aborrecer el mal.
El orgullo, la arrogancia, el mal camino
y la boca perversa, yo aborrezco. - Porque el que me halla, halla la vida,
y alcanza el favor del Señor. - El principio de la sabiduría es el temor del Señor,
y el conocimiento del Santo es inteligencia. - El hijo sabio alegra al padre,
pero el hijo necio es tristeza para su madre. - Tesoros mal adquiridos no aprovechan,
mas la justicia libra de la muerte. - Hay bendiciones sobre la cabeza del justo,
pero la boca de los impíos oculta violencia. - La memoria del justo es bendita,
pero el nombre del impío se pudrirá. - El sabio de corazón aceptará mandatos,
mas el necio charlatán será derribado. - Él que anda en integridad anda seguro,
mas el que pervierte sus caminos será descubierto. - El odio suscita rencillas,
pero el amor cubre todas las transgresiones. - Por senda de vida va el que guarda la instrucción,
mas el que abandona la reprensión se extravía. - Él que oculta el odio tiene labios mentirosos,
y el que esparce calumnia es un necio.
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