Porque tú, oh Señor, bendices al justo, como con un escudo lo rodeas de tu favor. | Porque tú, Señor, bendices a los justos; cual escudo los rodeas con tu buena voluntad. |
Digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo cuides? | Me pregunto: «¿Qué es el hombre, para que en él pienses? ¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?» |
|
Alabaré al Señor con todo mi corazón. Todas tus maravillas contaré. | Quiero alabarte, Señor, con todo el corazón, y contar todas tus maravillas. |
En ti me alegraré y me regocijaré; cantaré alabanzas a tu nombre, oh Altísimo. | Quiero alegrarme y regocijarme en ti, y cantar salmos a tu nombre, oh Altísimo. |
Será también el Señor baluarte para el oprimido, baluarte en tiempos de angustia. | El Señor es refugio de los oprimidos; es su baluarte en momentos de angustia. |
En ti pondrán su confianza los que conocen tu nombre, porque tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan. | En ti confían los que conocen tu nombre, porque tú, Señor, jamás abandonas a los que te buscan. |
Levántate, oh Señor; alza, oh Dios, tu mano. No te olvides de los pobres. | ¡Levántate, Señor! ¡Levanta, oh Dios, tu brazo! ¡No te olvides de los indefensos! |
Mas yo en tu misericordia he confiado; mi corazón se regocijará en tu salvación. Cantaré al Señor, porque me ha colmado de bienes. | Pero yo confío en tu gran amor; mi corazón se alegra en tu salvación. Canto salmos al Señor. ¡El Señor ha sido bueno conmigo! |
El que anda en integridad y obra justicia, que habla verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua, no hace mal a su prójimo, ni toma reproche contra su amigo. | Solo el de conducta intachable, que practica la justicia y de corazón dice la verdad; que no calumnia con la lengua, que no le hace mal a su prójimo ni le acarrea desgracias a su vecino. |
Protégeme, oh Dios, pues en ti me refugio. | Cuídame, oh Dios, porque en ti busco refugio. |
Yo dije al Señor: Tú eres mi Señor; ningún bien tengo fuera de ti. | Yo le he dicho al Señor: «Mi Señor eres tú. Fuera de ti, no poseo bien alguno». |
Al Señor he puesto continuamente delante de mí; porque está a mi diestra, permaneceré firme. | Siempre tengo presente al Señor; con él a mi derecha, nada me hará caer. |
Me darás a conocer la senda de la vida; en tu presencia hay plenitud de gozo; en tu diestra, deleites para siempre. | Me has dado a conocer la senda de la vida; me llenarás de alegría en tu presencia, y de dicha eterna a tu derecha. |