Mas para vosotros, los que teméis mi nombre, nacerá el sol de justicia y en sus alas traerá salvación. Saldréis y saltaréis como becerros de la manada.
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, el cual está en vosotros, el cual habéis recibido de Dios, y que no sois vuestros?, pues habéis sido comprados por precio; glorificad, pues, a Dios en vuestro cuerpo y en vuestro espíritu, los cuales son de Dios.
Si escuchas atentamente la voz de Jehová, tu Dios, y haces lo recto delante de sus ojos, das oído a sus mandamientos y guardas todos sus estatutos, ninguna enfermedad de las que envié sobre los egipcios traeré sobre ti, porque yo soy Jehová, tu sanador.