Desde antes que nacieran los montes y que crearas la tierra y el mundo, desde los tiempos antiguos y hasta los tiempos postreros, tú eres Dios. | Antes que nacieran los montes y formaras la tierra y el mundo, desde el siglo y hasta el siglo, tú eres Dios. |
Torre inexpugnable es el nombre del Señor; a ella corren los justos y se ponen a salvo. | Fuerte torre es el nombre de Jehová; a ella corre el justo y se siente seguro. |
¿Cómo sabemos que permanecemos en él, y que él permanece en nosotros? Porque nos ha dado de su Espíritu. | En esto conocemos que permanecemos en él y él en nosotros, en que nos ha dado de su Espíritu. |
Dios nos bendecirá, y le temerán todos los confines de la tierra. | Bendíganos Dios y témanlo todos los términos de la tierra. |
¡Qué profundas son las riquezas de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Qué indescifrables sus juicios e impenetrables sus caminos! | ¡Profundidad de las riquezas, de la sabiduría y del conocimiento de Dios! ¡Cuán insondables son sus juicios e inescrutables sus caminos! |
Este es el mensaje que hemos oído de él y que les anunciamos: Dios es luz y en él no hay ninguna oscuridad. | Éste es el mensaje que hemos oído de él y os anunciamos: Dios es luz y no hay ningunas tinieblas en él. |
Y esta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien tú has enviado. | Y ésta es la vida eterna: que te conozcan a ti, el único Dios verdadero, y a Jesucristo, a quien has enviado. |
Cual ciervo jadeante en busca del agua, así te busca, oh Dios, todo mi ser. | Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, Dios, el alma mía. |
¿Quién es Dios, si no el Señor? ¿Quién es la roca, si no nuestro Dios? | ¿Quién es Dios sino sólo Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios? |
Obedezcan mis mandamientos y pónganlos por obra. Yo soy el Señor. | Guardad, pues, mis mandamientos, y cumplidlos. Yo, Jehová. |
Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. | Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. |
Los leoncillos se debilitan y tienen hambre, pero a los que buscan al Señor nada les falta. | Los leoncillos necesitan, y tienen hambre; pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien. |
Por tanto, al Rey eterno, inmortal, invisible, al único Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. | Por tanto, al Rey de los siglos, inmortal, invisible, al único y sabio Dios, sea honor y gloria por los siglos de los siglos. Amén. |
Pero el Señor cuida de los que le temen, de los que esperan en su gran amor. | El ojo de Jehová está sobre los que lo temen, sobre los que esperan en su misericordia. |
Esta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió —les respondió Jesús. | Respondió Jesús y les dijo: —Ésta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado. |
Pero tú, Señor, reinas por siempre; tu trono permanece eternamente. | Mas tú, Jehová, permanecerás para siempre; tu trono, de generación en generación. |
¿Podrá el hombre hallar un escondite donde yo no pueda encontrarlo? —afirma el Señor—. ¿Acaso no soy yo el que llena los cielos y la tierra? —afirma el Señor—. | ¿Se ocultará alguno, dice Jehová, en escondrijos donde yo no lo vea? ¿No lleno yo, dice Jehová, el cielo y la tierra? |
El que obedece sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. ¿Cómo sabemos que él permanece en nosotros? Por el Espíritu que nos dio. | El que guarda sus mandamientos permanece en Dios, y Dios en él. Y en esto sabemos que él permanece en nosotros, por el Espíritu que nos ha dado. |
Por último, fortalézcanse con el gran poder del Señor. | Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor y en su fuerza poderosa. |
Pero yo soy el Señor tu Dios desde que estabas en Egipto. No conocerás a otro Dios fuera de mí, ni a otro Salvador que no sea yo. | Mas yo soy Jehová, tu Dios, desde la tierra de Egipto; no conocerás, pues, otro dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí. |
Dichosa la nación cuyo Dios es el Señor, el pueblo que escogió por su heredad. | Bienaventurada la nación cuyo Dios es Jehová, el pueblo que él escogió como heredad para sí. |
Queridos hermanos, ya que Dios nos ha amado así, también nosotros debemos amarnos los unos a los otros. | Amados, si Dios así nos ha amado, también debemos amarnos unos a otros. |
Sin embargo, en todo esto somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. | Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó. |
Dios no es un simple mortal para mentir y cambiar de parecer. ¿Acaso no cumple lo que promete ni lleva a cabo lo que dice? | Dios no es hombre, para que mienta, ni hijo de hombre para que se arrepienta. ¿Acaso dice y no hace? ¿Acaso promete y no cumple? |
Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. | Oye, Israel: Jehová, nuestro Dios, Jehová uno es. Amarás a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas. |
Versículo de la Biblia del día
¿Quién es este Rey de la gloria?Es el Señor Todopoderoso;
¡él es el Rey de la gloria! Selah