25 de junio de 2015

¡Sean gratos los dichos de mi boca
y la meditación de mi corazón delante de ti,
Jehová, roca mía y redentor mío!

Sean, pues, aceptables ante ti
mis palabras y mis pensamientos,
oh Señor, roca mía y redentor mío.

Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.

Sean gratas las palabras de mi boca y la meditación de mi corazón delante de ti,
oh Señor, roca mía y redentor mío.

Temas relacionados

Respondió Jesús y les dijo: —Ésta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado.

En lo que requiere diligencia, no perezosos; fervientes en espíritu, sirviendo al Señor.

Ayúdame a difundir la Palabra de Dios: