Pero no olviden, queridos hermanos, que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
Mas, oh amados, no ignoréis esto: que para con el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.
Pero, amados, no ignoréis que, para el Señor, un día es como mil años y mil años como un día.
Pero, amados, no ignoréis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día.