En tu mano están mis años;
líbrame de la mano de mis enemigos, y de los que me persiguen.
líbrame de la mano de mis enemigos, y de los que me persiguen.
En tu mano están mis tiempos;
Líbrame de la mano de mis enemigos
y de mis perseguidores.
Líbrame de la mano de mis enemigos
y de mis perseguidores.
«En tu mano están mis tiempos!»
Líbrame de manos de mis enemigos
y de mis perseguidores.
Líbrame de manos de mis enemigos
y de mis perseguidores.
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El necio rechaza la disciplina de su padre,mas el que acepta la reprensión es prudente.