Versículos de la Biblia sobre 'En'
- El día en que temo,
yo en ti confío. - En esto sabemos que permanecemos en Él y Él en nosotros: en que nos ha dado de su Espíritu.
- Es mejor refugiarse en el Señor
que confiar en el hombre. - No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí.
- El que come mi carne y bebe mi sangre, permanece en mí y yo en él.
- Espero en el Señor; en Él espera mi alma,
y en su palabra tengo mi esperanza. - Gozándoos en la esperanza, perseverando en el sufrimiento, dedicados a la oración.
- Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra.
- Al de firme propósito guardarás en perfecta paz,
porque en ti confía. - El que guarda sus mandamientos permanece en Él y Dios en él. Y en esto sabemos que Él permanece en nosotros: por el Espíritu que nos ha dado.
- Gloria a Dios en las alturas,
y en la tierra paz entre los hombres en quienes Él se complace. - Por eso me complazco en las debilidades, en insultos, en privaciones, en persecuciones y en angustias por amor a Cristo; porque cuando soy débil, entonces soy fuerte.
- Justo es el Señor en todos sus caminos,
y bondadoso en todos sus hechos. - Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias.
- Tú, pues, hijo mío, fortalécete en la gracia que hay en Cristo Jesús.
- En ti, oh Señor, me refugio;
jamás sea yo avergonzado;
líbrame en tu justicia. - Yo te daré las llaves del reino de los cielos; y lo que ates en la tierra, será atado en los cielos; y lo que desates en la tierra, será desatado en los cielos.
- Sino que hablando la verdad en amor, crezcamos en todos los aspectos en aquel que es la cabeza, es decir, Cristo.
- En cuanto a vosotros, que permanezca en vosotros lo que oísteis desde el principio. Si lo que oísteis desde el principio permanece en vosotros, vosotros también permaneceréis en el Hijo y en el Padre.
- Dios es espíritu, y los que le adoran deben adorarle en espíritu y en verdad.
- Confía en el Señor, y haz el bien;
habita en la tierra, y cultiva la fidelidad. - Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres.
- ¿A quién tengo yo en los cielos, sino a ti?
Y fuera de ti, nada deseo en la tierra. - Algunos confían en carros, y otros en caballos;
mas nosotros en el nombre del Señor nuestro Dios confiaremos. - Bendeciré al Señor en todo tiempo;
continuamente estará su alabanza en mi boca. - Pero los que quieren enriquecerse caen en tentación y lazo y en muchos deseos necios y dañosos que hunden a los hombres en la ruina y en la perdición.
- Porque así como en Adán todos mueren, también en Cristo todos serán vivificados.
- Porque donde están dos o tres reunidos en mi nombre, allí estoy yo en medio de ellos.
- Por lo demás, fortaleceos en el Señor y en el poder de su fuerza.
- Por tanto, reconoce hoy y reflexiona en tu corazón, que el Señor es Dios arriba en los cielos y abajo en la tierra; no hay otro.
- Haya, pues, en vosotros esta actitud que hubo también en Cristo Jesús.
- En Dios, cuya palabra alabo,
en Dios he confiado, no temeré.
¿Qué puede hacerme el hombre? - Todo aquel que confiesa que Jesús es el Hijo de Dios, Dios permanece en él y él en Dios.
- Bueno es el Señor,
una fortaleza en el día de la angustia,
y conoce a los que en Él se refugian. - Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
- Protégeme, oh Dios, pues en ti me refugio.
- Me he gozado en el camino de tus testimonios,
más que en todas las riquezas. - En Dios solamente espera en silencio mi alma;
de Él viene mi salvación. - Y todo lo que pidáis en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
- En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que Él nos amó a nosotros y envió a su Hijo como propiciación por nuestros pecados.
- En Dios descansan mi salvación y mi gloria;
la roca de mi fortaleza, mi refugio, está en Dios. - El necio no se deleita en la prudencia,
sino solo en revelar su corazón. - En el Hades alzó sus ojos, estando en tormentos, y vio a Abraham a lo lejos, y a Lázaro en su seno. Y gritando, dijo: «Padre Abraham, ten misericordia de mí, y envía a Lázaro para que moje la punta de su dedo en agua y refresque mi lengua, pues estoy en agonía en esta llama».
- Si permanecéis en mí, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid lo que queráis y os será hecho.
- Alma mía, espera en silencio solamente en Dios,
pues de Él viene mi esperanza. - Confía en el Señor con todo tu corazón,
y no te apoyes en tu propio entendimiento.
Reconócele en todos tus caminos,
y Él enderezará tus sendas. - Guíame en tu verdad y enséñame,
porque tú eres el Dios de mi salvación;
en ti espero todo el día. - Y que la paz de Cristo reine en vuestros corazones, a la cual en verdad fuisteis llamados en un solo cuerpo; y sed agradecidos.
- Y nosotros hemos llegado a conocer y hemos creído el amor que Dios tiene para nosotros. Dios es amor, y el que permanece en amor permanece en Dios y Dios permanece en él.
- Todo lo puedo en Cristo que me fortalece.
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