DailyVerses.netTemasVersículo al AzarRegistrar

Versículos de la Biblia sobre 'Tu'

  • Y Él le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente.
  • Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo;
    sálvame en tu misericordia.
  • Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente, y con toda tu fuerza.
  • Respondiendo él, dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu fuerza, y con toda tu mente; y a tu prójimo como a ti mismo.
  • Tú, oh Señor, no retengas tu compasión de mí;
    tu misericordia y tu fidelidad me guarden continuamente.
  • Guardarás el día de reposo para santificarlo, como el Señor tu Dios lo ha mandado. Seis días trabajarás y harás todo tu trabajo, mas el séptimo día es día de reposo para el Señor tu Dios; no harás en él ningún trabajo, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu buey, ni tu asno, ni ninguno de tus animales, ni el forastero que está contigo, para que tu siervo y tu sierva también descansen como tú.
  • Llena está mi boca de tu alabanza
    y de tu gloria todo el día.
  • Enséñame a hacer tu voluntad,
    porque tú eres mi Dios;
    tu buen Espíritu me guíe a tierra firme.
  • Tú eres mi escondedero y mi escudo;
    en tu palabra espero.
  • Enséñame, oh Señor, tu camino;
    andaré en tu verdad;
    unifica mi corazón para que tema tu nombre.
  • No a nosotros, Señor, no a nosotros,
    sino a tu nombre da gloria,
    por tu misericordia, por tu fidelidad.
  • La salvación es del Señor.
    ¡Sea sobre tu pueblo tu bendición! (Selah)
  • Pero tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha, para que tu limosna sea en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
  • Honra a tu padre y a tu madre, para que tus días sean prolongados en la tierra que el Señor tu Dios te da.
  • Pero tú, cuando ores, entra en tu aposento, y cuando hayas cerrado la puerta, ora a tu Padre que está en secreto, y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
  • Ellos respondieron: Cree en el Señor Jesús, y serás salvo, tú y toda tu casa.
  • Me deleito en hacer tu voluntad, Dios mío;
    tu ley está dentro de mi corazón.
  • Pero tú, cuando ayunes, unge tu cabeza y lava tu rostro, para no hacer ver a los hombres que ayunas, sino a tu Padre que está en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará.
  • ¿Adónde me iré de tu Espíritu,
    o adónde huiré de tu presencia?
    Si subo a los cielos, he aquí, allí estás tú;
    si en el Seol preparo mi lecho, allí estás tú.
  • No abandones a tu amigo ni al amigo de tu padre,
    ni vayas a la casa de tu hermano el día de tu infortunio.
    Mejor es un vecino cerca que un hermano lejos.
  • Porque tú, oh Señor, bendices al justo,
    como con un escudo lo rodeas de tu favor.
  • Escucha, oh Israel, el Señor es nuestro Dios, el Señor uno es. Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma y con toda tu fuerza.
  • El Señor te protegerá de todo mal;
    El guardará tu alma.
    El Señor guardará tu salida y tu entrada
    desde ahora y para siempre.
  • Porque grande, hasta los cielos, es tu misericordia,
    y hasta el firmamento tu verdad.
  • Aunque pase por el valle de sombra de muerte,
    no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo;
    tu vara y tu cayado me infunden aliento.
  • Y si tu hermano peca, ve y repréndelo a solas; si te escucha, has ganado a tu hermano.
  • Encomienda al Señor tu camino,
    confía en Él, que Él actuará;
    hará resplandecer tu justicia como la luz,
    y tu derecho como el mediodía.
  • ¡Ah, Señor Dios! He aquí, tú hiciste los cielos y la tierra con tu gran poder y con tu brazo extendido; nada es imposible para ti.
  • Hijo mío, guarda el mandamiento de tu padre,
    y no abandones la enseñanza de tu madre.
  • Tú me has dado también el escudo de tu salvación;
    tu diestra me sostiene,
    y tu benevolencia me engrandece.
    Ensanchas mis pasos debajo de mí,
    y mis pies no han resbalado.
  • Pero desde allí buscarás al Señor tu Dios, y lo hallarás si lo buscas con todo tu corazón y con toda tu alma.
  • Mas tú, oh Señor, reinas para siempre,
    tu trono permanece de generación en generación.
  • Porque tú eres mi roca y mi fortaleza,
    y por amor de tu nombre me conducirás y me guiarás.
  • Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
  • No matarás; no cometerás adulterio; no hurtarás; no darás falso testimonio; honra a tu padre y a tu madre; y amarás a tu prójimo como a ti mismo.
  • No odiarás a tu compatriota en tu corazón; podrás ciertamente reprender a tu prójimo, pero no incurrirás en pecado a causa de él. No te vengarás, ni guardarás rencor a los hijos de tu pueblo, sino que amarás a tu prójimo como a ti mismo; yo soy el Señor.
  • Oh Señor, escucha mi oración,
    presta oído a mis súplicas,
    respóndeme por tu fidelidad, por tu justicia.
  • Pon tu delicia en el Señor,
    y Él te dará las peticiones de tu corazón.
  • Pues no por su espada tomaron posesión de la tierra,
    ni su brazo los salvó,
    sino tu diestra y tu brazo, y la luz de tu presencia,
    porque te complaciste en ellos.
  • Porque yo soy el Señor tu Dios, que sostiene tu diestra,
    que te dice: «No temas, yo te ayudaré».
  • Pero yo cantaré de tu poder;
    sí, gozoso cantaré por la mañana tu misericordia;
    porque tú has sido mi baluarte,
    y un refugio en el día de mi angustia.
  • Guíame en tu verdad y enséñame,
    porque tú eres el Dios de mi salvación;
    en ti espero todo el día.
  • En ti pondrán su confianza los que conocen tu nombre,
    porque tú, oh Señor, no abandonas a los que te buscan.
  • Vete, come tu pan con gozo,
    y bebe tu vino con corazón alegre,
    porque Dios ya ha aprobado tus obras.
  • Vosotros, pues, orad de esta manera:
    «Padre nuestro que estás en los cielos,
    santificado sea tu nombre.
    Venga tu reino.
    Hágase tu voluntad,
    así en la tierra como en el cielo.»
  • De ti proceden la riqueza y el honor; tú reinas sobre todo y en tu mano están el poder y la fortaleza, y en tu mano está engrandecer y fortalecer a todos.
  • Y ahora, Israel, ¿qué requiere de ti el Señor tu Dios, sino que temas al Señor tu Dios, que andes en todos sus caminos, que le ames y que sirvas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, y que guardes los mandamientos del Señor y sus estatutos que yo te ordeno hoy para tu bien?
  • No codiciarás la casa de tu prójimo; no codiciarás la mujer de tu prójimo, ni su siervo, ni su sierva, ni su buey, ni su asno, ni nada que sea de tu prójimo.
  • Me darás a conocer la senda de la vida;
    en tu presencia hay plenitud de gozo;
    en tu diestra, deleites para siempre.
  • Acuérdate del día de reposo para santificarlo. Seis días trabajarás y harás toda tu obra, mas el séptimo día es día de reposo para el Señor tu Dios; no harás en él obra alguna, tú, ni tu hijo, ni tu hija, ni tu siervo, ni tu sierva, ni tu ganado, ni el extranjero que está contigo. Porque en seis días hizo el Señor los cielos y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay, y reposó en el séptimo día; por tanto, el Señor bendijo el día de reposo y lo santificó.