Versículos de la Biblia sobre 'Tu'
- Que irradie tu faz sobre tu siervo;
por tu gran amor, sálvame. - “Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser y con toda tu mente” —le respondió Jesús—.
- Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas.
- No me niegues, Señor, tu misericordia;
que siempre me protejan tu amor y tu verdad. - Como respuesta el hombre citó: —“Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón, con todo tu ser, con todas tus fuerzas y con toda tu mente”, y: “Ama a tu prójimo como a ti mismo”.
- Observa el día sábado, y conságraselo al Señor tu Dios, tal como él te lo ha ordenado. Trabaja seis días, y haz en ellos todo lo que tengas que hacer, pero observa el séptimo día como día de reposo para honrar al Señor tu Dios. No hagas en ese día ningún trabajo, ni tampoco tu hijo, ni tu hija, ni tu esclavo, ni tu esclava, ni tu buey, ni tu burro, ni ninguno de tus animales, ni tampoco los extranjeros que vivan en tus ciudades. De ese modo podrán descansar tu esclavo y tu esclava, lo mismo que tú.
- Tuya es, Señor, la salvación;
¡envía tu bendición sobre tu pueblo! Selah - La gloria, Señor, no es para nosotros;
no es para nosotros, sino para tu nombre,
por causa de tu amor y tu verdad. - Honra a tu padre y a tu madre, para que disfrutes de una larga vida en la tierra que te da el Señor tu Dios.
- Mi boca rebosa de alabanzas a tu nombre,
y todo el día proclama tu grandeza. - Enséñame a hacer tu voluntad,
porque tú eres mi Dios.
Que tu buen Espíritu me guíe
por un terreno sin obstáculos. - Tú eres mi escondite y mi escudo;
en tu palabra he puesto mi esperanza. - Pero, si desde allí buscas al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma, lo encontrarás.
- Me agrada, Dios mío, hacer tu voluntad;
tu ley la llevo dentro de mí. - Cree en el Señor Jesús; así tú y tu familia serán salvos —le contestaron.
- Pero tú, cuando te pongas a orar, entra en tu cuarto, cierra la puerta y ora a tu Padre, que está en lo secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
- Pero tú, Señor, reinas por siempre;
tu trono permanece eternamente. - Instrúyeme, Señor, en tu camino
para conducirme con fidelidad.
Dame integridad de corazón
para temer tu nombre. - Pero tú, Señor, me rodeas cual escudo;
tú eres mi gloria;
¡tú mantienes en alto mi cabeza! - Porque tú, Señor, bendices a los justos;
cual escudo los rodeas con tu buena voluntad. - ¡Ah, Señor mi Dios! Tú, con tu gran fuerza y tu brazo poderoso, has hecho los cielos y la tierra. Para ti no hay nada imposible.
- Pues tu amor es tan grande que llega a los cielos;
¡tu verdad llega hasta el firmamento! - Más bien, cuando des a los necesitados, que no se entere tu mano izquierda de lo que hace la derecha, para que tu limosna sea en secreto. Así tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
- Encomienda al Señor tu camino;
confía en él, y él actuará.
Hará que tu justicia resplandezca como el alba;
tu justa causa, como el sol de mediodía. - No abandones a tu amigo ni al amigo de tu padre. No vayas a la casa de tu hermano cuando tengas un problema. Más vale vecino cercano que hermano distante.
- Tú me cubres con el escudo de tu salvación,
y con tu diestra me sostienes;
tu bondad me ha hecho prosperar.
Me has despejado el camino,
así que mis tobillos no flaquean. - Porque no fue su espada la que conquistó la tierra,
ni fue su brazo el que les dio la victoria:
fue tu brazo, tu mano derecha;
fue la luz de tu rostro, porque tú los amabas. - Hijo mío, obedece el mandamiento de tu padre
y no abandones la enseñanza de tu madre. - Escucha, Israel: El Señor nuestro Dios es el único Señor. Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas.
- Escucha, Señor, mi oración;
atiende a mi súplica.
Por tu fidelidad y tu justicia,
respóndeme. - Adora al Señor tu Dios, y él bendecirá tu pan y tu agua. Yo apartaré de ustedes toda enfermedad.
- “No mates, no cometas adulterio, no robes, no presentes falso testimonio, honra a tu padre y a tu madre”, y “ama a tu prójimo como a ti mismo”.
- ¿A dónde podría alejarme de tu Espíritu?
¿A dónde podría huir de tu presencia?
Si subiera al cielo, allí estás tú;
si tendiera mi lecho en el fondo del abismo,
también estás allí. - Si tu hermano peca contra ti, ve a solas con él y hazle ver su falta. Si te hace caso, has ganado a tu hermano.
- Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.
- A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre;
nosotros somos el barro, y tú el alfarero.
Todos somos obra de tu mano. - Pero yo le cantaré a tu poder,
y por la mañana alabaré tu amor;
porque tú eres mi protector,
mi refugio en momentos de angustia. - Pero tú, oh Dios, estás sobre los cielos,
¡tu gloria cubre toda la tierra! - En ti confían los que conocen tu nombre,
porque tú, Señor, jamás abandonas a los que te buscan. - Aun si voy por valles tenebrosos,
no temo peligro alguno
porque tú estás a mi lado;
tu vara de pastor me reconforta. - Tú, oh Dios, estás sobre los cielos,
y tu gloria cubre toda la tierra. - Pero tú, cuando ayunes, perfúmate la cabeza y lávate la cara para que no sea evidente ante los demás que estás ayunando, sino solo ante tu Padre, que está en lo secreto; y tu Padre, que ve lo que se hace en secreto, te recompensará.
- Tú, Señor, mantienes mi lámpara encendida;
tú, Dios mío, iluminas mis tinieblas. - Encamíname en tu verdad, ¡enséñame!
Tú eres mi Dios y Salvador;
¡en ti pongo mi esperanza todo el día! - No alimentes odios secretos contra tu hermano, sino reprende con franqueza a tu prójimo para que no sufras las consecuencias de su pecado. No seas vengativo con tu prójimo, ni le guardes rencor. Ama a tu prójimo como a ti mismo. Yo soy el Señor.
- Porque yo soy el Señor, tu Dios,
que sostiene tu mano derecha;
yo soy quien te dice:
“No temas, yo te ayudaré”. - Ustedes deben orar así:
“Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu nombre,
venga tu reino,
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.” - ¡Anda, come tu pan con alegría! ¡Bebe tu vino con buen ánimo, que Dios ya se ha agradado de tus obras!
- Pon tu esperanza en el Señor;
ten valor, cobra ánimo;
¡pon tu esperanza en el Señor! - Guíame, pues eres mi roca y mi fortaleza,
dirígeme por amor a tu nombre.
Versículo de la Biblia del día
Me pregunto:«¿Qué es el hombre, para que en él pienses?
¿Qué es el ser humano, para que lo tomes en cuenta?»