Así que no os angustiéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propia preocupación. Basta a cada día su propio mal. | Por tanto, no os preocupéis por el día de mañana; porque el día de mañana se cuidará de sí mismo. Bástele a cada día sus propios problemas. |
Pero, amados, no ignoréis que, para el Señor, un día es como mil años y mil años como un día. | Pero, amados, no ignoréis esto: que para el Señor un día es como mil años, y mil años como un día. |
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En el día que temo, yo en ti confío. | El día en que temo, yo en ti confío. |
El pan nuestro de cada día, dánoslo hoy. | Danos hoy el pan nuestro de cada día. |
Sea llena mi boca de tu alabanza, de tu gloria todo el día. | Llena está mi boca de tu alabanza y de tu gloria todo el día. |
Por tanto, no desmayamos; antes, aunque este nuestro hombre exterior se va desgastando, el interior no obstante se renueva de día en día. | Por tanto no desfallecemos, antes bien, aunque nuestro hombre exterior va decayendo, sin embargo nuestro hombre interior se renueva de día en día. |
Éste es el día que hizo Jehová; ¡nos gozaremos y alegraremos en él! | Este es el día que el Señor ha hecho; regocijémonos y alegrémonos en él. |
El codicioso codicia todo el día; el justo da sin retener su mano. | Todo el día codicia, mientras el justo da y nada retiene. |
Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día. | Mientras callé mi pecado, mi cuerpo se consumió con mi gemir durante todo el día. |
Seis días se trabajará, pero el séptimo día será de descanso, santa convocación; ningún trabajo haréis. Es el día de descanso dedicado a Jehová dondequiera que habitéis. | Seis días se trabajará, pero el séptimo día será día de completo reposo, santa convocación en que no haréis trabajo alguno; es día de reposo al Señor dondequiera que habitéis. |
Uno hace diferencia entre día y día, mientras que otro juzga iguales todos los días. Cada uno esté plenamente convencido de lo que piensa. | Uno juzga que un día es superior a otro, otro juzga iguales todos los días. Cada cual esté plenamente convencido según su propio sentir. |
¡Bendito sea el Señor! ¡Cada día nos colma de beneficios el Dios de nuestra salvación! Selah | Bendito sea el Señor, que cada día lleva nuestra carga, el Dios que es nuestra salvación. (Selah) |
Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos. Un día emite palabra a otro día y una noche a otra noche declara sabiduría. | Los cielos proclaman la gloria de Dios, y la expansión anuncia la obra de sus manos. Un día transmite el mensaje al otro día, y una noche a la otra noche revela sabiduría. |
Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en él confían. | Bueno es el Señor, una fortaleza en el día de la angustia, y conoce a los que en Él se refugian. |
De nada servirán las riquezas en el día de la ira, pero la justicia librará de muerte. | De nada sirven las riquezas el día de la ira, pero la justicia libra de la muerte. |
Entonces bendijo Dios el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación. | Y bendijo Dios el séptimo día y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que Él había creado y hecho. |
En el día del bien goza del bien, y en el día de la adversidad, reflexiona. Dios hizo tanto el uno como el otro, a fin de que el hombre no sepa qué trae el futuro. | Alégrate en el día de la prosperidad, y en el día de la adversidad considera: Dios ha hecho tanto el uno como el otro para que el hombre no descubra nada que suceda después de él. |
Y Jehová será rey sobre toda la tierra. En aquel día, Jehová será único, y único será su nombre. | Y el Señor será rey sobre toda la tierra; aquel día el Señor será uno, y uno su nombre. |
Si tu hermano peca contra ti, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si siete veces al día peca contra ti, y siete veces al día vuelve a ti, diciendo: “Me arrepiento”, perdónalo. | Si tu hermano peca, repréndelo; y si se arrepiente, perdónalo. Y si peca contra ti siete veces al día, y vuelve a ti siete veces, diciendo: «Me arrepiento», perdónalo. |
Encamíname en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti he esperado todo el día. | Guíame en tu verdad y enséñame, porque tú eres el Dios de mi salvación; en ti espero todo el día. |
Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, con el cual fuisteis sellados para el día de la redención. | Y no entristezcáis al Espíritu Santo de Dios, por el cual fuisteis sellados para el día de la redención. |
En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: —Si alguien tiene sed, venga a mí y beba. | Y en el último día, el gran día de la fiesta, Jesús puesto en pie, exclamó en alta voz, diciendo: Si alguno tiene sed, que venga a mí y beba. |
Y decía a todos: —Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. | Y decía a todos: Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día y sígame. |
Ciertamente mil años delante de tus ojos son como el día de ayer, que pasó, y como una de las vigilias de la noche. | Porque mil años ante tus ojos son como el día de ayer que ya pasó, y como una vigilia de la noche. |
Así que, los que recibieron su palabra fueron bautizados, y se añadieron aquel día como tres mil personas. | Entonces los que habían recibido su palabra fueron bautizados; y se añadieron aquel día como tres mil almas. |