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Del (2/4)

El que habita al abrigo del Altísimo morará bajo la sombra del Omnipotente. Diré yo a Jehová: «Esperanza mía y castillo mío; mi Dios, en quien confiaré.»El que habita al abrigo del Altísimo morará a la sombra del Omnipotente. Diré yo al Señor: Refugio mío y fortaleza mía, mi Dios, en quien confío.
Así que, si os dicen: “Mirad, está en el desierto”, no salgáis; o “Mirad, está en los aposentos”, no lo creáis, porque igual que el relámpago sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del hombre.Por tanto, si os dicen: «Mirad, Él está en el desierto», no vayáis; o «Mirad, Él está en las habitaciones interiores», no les creáis. Porque así como el relámpago sale del oriente y resplandece hasta el occidente, así será la venida del Hijo del Hombre.
Riquezas, honor y vida son el premio de la humildad y del temor de Jehová.La recompensa de la humildad y el temor del Señor son la riqueza, el honor y la vida.
Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal.Pero fiel es el Señor quien os fortalecerá y protegerá del maligno.
Procurando mantener la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.Esforzándoos por preservar la unidad del Espíritu en el vínculo de la paz.
Los labios del necio provocan contienda; su boca, a los azotes llama.Los labios del necio provocan contienda, y su boca llama a los golpes.
Por Jehová son ordenados los pasos del hombre y él aprueba su camino.Por el Señor son ordenados los pasos del hombre, y el Señor se deleita en su camino.
Así que, exaltado por la diestra de Dios y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.Así que, exaltado a la diestra de Dios, y habiendo recibido del Padre la promesa del Espíritu Santo, ha derramado esto que vosotros veis y oís.
El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer las obras del diablo.El que practica el pecado es del diablo, porque el diablo ha pecado desde el principio. El Hijo de Dios se manifestó con este propósito: para destruir las obras del diablo.
Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo librará Jehová.Muchas son las aflicciones del justo, pero de todas ellas lo libra el Señor.
Porque ¿quién de entre los hombres conoce las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Del mismo modo, nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.Porque entre los hombres, ¿quién conoce los pensamientos de un hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Asimismo, nadie conoce los pensamientos de Dios, sino el Espíritu de Dios.
La congoja abate el corazón del hombre; la buena palabra lo alegra.La ansiedad en el corazón del hombre lo deprime, mas la buena palabra lo alegra.
Salí del Padre y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo y regreso al Padre.Salí del Padre y he venido al mundo; de nuevo, dejo el mundo y voy al Padre.
Porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.Porque el Hijo del Hombre ha venido a buscar y a salvar lo que se había perdido.
El corazón del hombre se propone un camino, pero Jehová endereza sus pasos.La mente del hombre planea su camino, pero el Señor dirige sus pasos.
La memoria del justo es bendecida, mas el nombre de los malvados se pudrirá.La memoria del justo es bendita, pero el nombre del impío se pudrirá.
¡Adúlteros!, ¿no sabéis que la amistad del mundo es enemistad contra Dios? Cualquiera, pues, que quiera ser amigo del mundo se constituye en enemigo de Dios.¡Oh almas adúlteras! ¿No sabéis que la amistad del mundo es enemistad hacia Dios? Por tanto, el que quiere ser amigo del mundo, se constituye enemigo de Dios.
Luego dijo Jehová Dios: «El hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conocedor del bien y el mal; ahora, pues, que no alargue su mano, tome también del árbol de la vida, coma y viva para siempre.» Y lo sacó Jehová del huerto de Edén, para que labrara la tierra de la que fue tomado.Entonces el Señor Dios dijo: He aquí, el hombre ha venido a ser como uno de nosotros, conociendo el bien y el mal; cuidado ahora no vaya a extender su mano y tomar también del árbol de la vida, y coma y viva para siempre. Y el Señor Dios lo echó del huerto del Edén, para que labrara la tierra de la cual fue tomado.
Porque el aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la Ley.El aguijón de la muerte es el pecado, y el poder del pecado es la ley.
Los labios del justo saben decir lo que agrada, mas la boca de los malvados habla perversidades.Los labios del justo dan a conocer lo agradable, pero la boca de los impíos, lo perverso.
Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguien come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo también daré por la vida del mundo es mi carne.
Por tanto, nosotros todos, mirando con el rostro descubierto y reflejando como en un espejo la gloria del Señor, somos transformados de gloria en gloria en su misma imagen, por la acción del Espíritu del Señor.Pero nosotros todos, con el rostro descubierto, contemplando como en un espejo la gloria del Señor, estamos siendo transformados en la misma imagen de gloria en gloria, como por el Señor, el Espíritu.
Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre, pero el consejo de Jehová es el que permanece.Muchos son los planes en el corazón del hombre, mas el consejo del Señor permanecerá.
Mi alma tiene sed de Dios, del Dios vivo. ¿Cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?Mi alma tiene sed de Dios, del Dios viviente; ¿cuándo vendré y me presentaré delante de Dios?
Tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios.Tomad también el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu que es la palabra de Dios.

Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.Vosotros sois la luz del mundo. Una ciudad situada sobre un monte no se puede ocultar.
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Versículo de la Biblia del día

Esté con nosotros Jehová, nuestro Dios, como estuvo con nuestros padres, y no nos desampare ni nos deje.

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Versículo de la Biblia al Azar

Por tanto, si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial.Siguiente versículo!Con imagen

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