El camino del Señor es refugio de los justos y ruina de los malhechores. | El camino de Jehová es fortaleza para el perfecto, pero destrucción para los que cometen maldad. |
Para los hombres es imposible —aclaró Jesús, mirándolos fijamente—, pero no para Dios; de hecho, para Dios todo es posible. | Entonces Jesús, mirándolos, dijo: —Para los hombres es imposible, pero no para Dios, porque todas las cosas son posibles para Dios. |
Pero el Señor es fiel, y él los fortalecerá y los protegerá del maligno. | Pero fiel es el Señor, que os afirmará y guardará del mal. |
Si es posible, y en cuanto dependa de ustedes, vivan en paz con todos. | Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los hombres. |
Y este es mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, como yo los he amado. | Éste es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado. |
Del Señor es la tierra y todo cuanto hay en ella, el mundo y cuantos lo habitan. | De Jehová es la tierra y su plenitud, el mundo y los que en él habitan. |
Trampa es consagrar algo sin pensarlo y más tarde reconsiderar lo prometido. | Una trampa es para el hombre hacer apresuradamente voto de consagración y reflexionar después de haberlo hecho. |
Este mensaje es digno de crédito: Si morimos con él, también viviremos con él. | Palabra fiel es ésta: Si somos muertos con él, también viviremos con él. |
Hoy les ha nacido en la Ciudad de David un Salvador, que es Cristo el Señor. | Que os ha nacido hoy, en la ciudad de David, un Salvador, que es Cristo el Señor. |
De hecho, Cristo es el fin de la ley, para que todo el que cree reciba la justicia. | Pues el fin de la Ley es Cristo, para justicia a todo aquel que cree. |
Como ciudad sin defensa y sin murallas es quien no sabe dominarse. | Como ciudad destruida y sin murallas es el hombre que no pone freno a su espíritu. |
Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos. | Como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que lo temen. |
Porque esta desea lo que es contrario al Espíritu, y el Espíritu desea lo que es contrario a ella. Los dos se oponen entre sí, de modo que ustedes no pueden hacer lo que quieren. | Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre sí, para que no hagáis lo que quisierais. |
Vi además que tanto el afán como el éxito en la vida despiertan envidias. Y también esto es absurdo; ¡es correr tras el viento! | He visto asimismo que toda obra bien hecha despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu. |
En realidad, sin fe es imposible agradar a Dios, ya que cualquiera que se acerca a Dios tiene que creer que él existe y que recompensa a quienes lo buscan. | Pero sin fe es imposible agradar a Dios, porque es necesario que el que se acerca a Dios crea que él existe y que recompensa a los que lo buscan. |
El amor no perjudica al prójimo. Así que el amor es el cumplimiento de la ley. | El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la Ley es el amor. |
Dios es mi salvación y mi gloria; es la roca que me fortalece; ¡mi refugio está en Dios! | En Dios está mi salvación y mi gloria; en Dios está mi roca fuerte y mi refugio. |
Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. | Y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre. |
Esta es la obra de Dios: que crean en aquel a quien él envió —les respondió Jesús. | Respondió Jesús y les dijo: —Ésta es la obra de Dios, que creáis en aquel que él ha enviado. |
De todo hombre se espera lealtad. Más vale ser pobre que mentiroso. | Una satisfacción es para el hombre hacer misericordia, y mejor es un pobre que un mentiroso. |
Dale a todo el que te pida y, si alguien se lleva lo que es tuyo, no se lo reclames. | A cualquiera que te pida, dale; y al que tome lo que es tuyo, no pidas que te lo devuelva. |
Y una voz del cielo decía: «Este es mi Hijo amado; estoy muy complacido con él». | Y se oyó una voz de los cielos que decía: «Éste es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia.» |
Ahora bien, la fe es la garantía de lo que se espera, la certeza de lo que no se ve. | Es, pues, la fe la certeza de lo que se espera, la convicción de lo que no se ve. |
Dios es nuestro amparo y nuestra fortaleza, nuestra ayuda segura en momentos de angustia. | Dios es nuestro amparo y fortaleza, nuestro pronto auxilio en las tribulaciones. |
Pues tu amor es tan grande que llega a los cielos; ¡tu verdad llega hasta el firmamento! | Porque grande hasta los cielos es tu misericordia y hasta las nubes tu verdad. |
Versículo de la Biblia del día
Ante ti, Señor, están todos mis deseos;no te son un secreto mis anhelos.