Aquel, pues, que os suministra el Espíritu y hace milagros entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley o por el oír con fe? | Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros, ¿lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe? |
Mucha paz tienen los que aman tu ley, y nada los hace tropezar. | Mucha paz tienen los que aman tu ley, Y no hay para ellos tropiezo. |
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Así que, si el Hijo os hace libres, seréis realmente libres. | Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres. |
Nuestro Dios está en los cielos; Él hace lo que le place. | Nuestro Dios está en los cielos; Todo lo que quiso ha hecho. |
Y el mundo pasa, y también sus pasiones, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. | Y el mundo pasa, y sus deseos; pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. |
El Señor Dios es mi fortaleza; Él ha hecho mis pies como los de las ciervas, y por las alturas me hace caminar. | Jehová el Señor es mi fortaleza, El cual hace mis pies como de ciervas, Y en mis alturas me hace andar. |
El amor no hace mal al prójimo; por tanto, el amor es el cumplimiento de la ley. | El amor no hace mal al prójimo; así que el cumplimiento de la ley es el amor. |
Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: Ciertamente ahora entiendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación el que le teme y hace lo justo, le es acepto. | Entonces Pedro, abriendo la boca, dijo: En verdad comprendo que Dios no hace acepción de personas, sino que en toda nación se agrada del que le teme y hace justicia. |
La suave respuesta aparta el furor, mas la palabra hiriente hace subir la ira. | La blanda respuesta quita la ira; Mas la palabra áspera hace subir el furor. |
Ciertamente el Señor Dios no hace nada sin revelar su secreto a sus siervos los profetas. | Porque no hará nada Jehová el Señor, sin que revele su secreto a sus siervos los profetas. |
Porque toda casa es hecha por alguno, pero el que hace todas las cosas es Dios. | Porque toda casa es hecha por alguno; pero el que hizo todas las cosas es Dios. |
No todo el que me dice: «Señor, Señor», entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. | No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en los cielos. |
La ley del Señor es perfecta, que restaura el alma; el testimonio del Señor es seguro, que hace sabio al sencillo. | La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma; El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo. |
El que anda en integridad y obra justicia, que habla verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua, no hace mal a su prójimo, ni toma reproche contra su amigo. | El que anda en integridad y hace justicia, Y habla verdad en su corazón. El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo, Ni admite reproche alguno contra su vecino. |
Pero tú, cuando des limosna, que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha, para que tu limosna sea en secreto; y tu Padre, que ve en lo secreto, te recompensará. | Mas cuando tú des limosna, no sepa tu izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público. |
El Señor es mi pastor, nada me faltará. En lugares de verdes pastos me hace descansar; junto a aguas de reposo me conduce. | Jehová es mi pastor; nada me faltará. En lugares de delicados pastos me hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará. |
Cuando pones tus ojos en ella, ya no está. Porque la riqueza ciertamente se hace alas, como águila que vuela hacia los cielos. | ¿Has de poner tus ojos en las riquezas, siendo ningunas? Porque se harán alas Como alas de águila, y volarán al cielo. |
Como no sabes cuál es el camino del viento, o cómo se forman los huesos en el vientre de la mujer encinta, tampoco conoces la obra de Dios que hace todas las cosas. | Como tú no sabes cuál es el camino del viento, o cómo crecen los huesos en el vientre de la mujer encinta, así ignoras la obra de Dios, el cual hace todas las cosas. |
Si alguno peca y hace cualquiera de las cosas que el Señor ha mandado que no se hagan, aunque no se dé cuenta, será culpable y llevará su castigo. | Finalmente, si una persona pecare, o hiciere alguna de todas aquellas cosas que por mandamiento de Jehová no se han de hacer, aun sin hacerlo a sabiendas, es culpable, y llevará su pecado. |
Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la ley de la libertad, y permanece en ella, no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, este será bienaventurado en lo que hace. | Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado en lo que hace. |
Y he visto que todo trabajo y toda obra hábil que se hace, es el resultado de la rivalidad entre el hombre y su prójimo. También esto es vanidad y correr tras el viento. | He visto asimismo que todo trabajo y toda excelencia de obras despierta la envidia del hombre contra su prójimo. También esto es vanidad y aflicción de espíritu. |
La exposición de tus palabras imparte luz; da entendimiento a los sencillos. | La exposición de tus palabras alumbra; Hace entender a los simples. |
Pues aunque andamos en la carne, no luchamos según la carne. | Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne. |
El necio no se deleita en la prudencia, sino solo en revelar su corazón. | No toma placer el necio en la inteligencia, Sino en que su corazón se descubra. |
Hay un tiempo señalado para todo, y hay un tiempo para cada suceso bajo el cielo. | Todo tiene su tiempo, y todo lo que se quiere debajo del cielo tiene su hora. |