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Versículos de la Biblia sobre 'Hijos'

Corona de los ancianos son los hijos de los hijos, y la gloria de los hijos son sus padres.La corona del anciano son sus nietos; el orgullo de los hijos son sus padres.
Sed, pues, imitadores de Dios como hijos amados.Por tanto, imiten a Dios, como hijos muy amados.
Hijos, guardaos de los ídolos.Queridos hijos, apártense de los ídolos.
No tengo mayor gozo que este: oír que mis hijos andan en la verdad.Nada me produce más alegría que oír que mis hijos practican la verdad.
Bienaventurados los que procuran la paz, pues ellos serán llamados hijos de Dios.Dichosos los que trabajan por la paz, porque serán llamados hijos de Dios.
El Espíritu mismo da testimonio a nuestro espíritu de que somos hijos de Dios.El Espíritu mismo le asegura a nuestro espíritu que somos hijos de Dios.
Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios, los tales son hijos de Dios.Porque todos los que son guiados por el Espíritu de Dios son hijos de Dios.
Como un padre se compadece de sus hijos, así se compadece el Señor de los que le temen.Tan compasivo es el Señor con los que le temen como lo es un padre con sus hijos.
Porque antes erais tinieblas, pero ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de la luz.Porque ustedes antes eran oscuridad, pero ahora son luz en el Señor. Vivan como hijos de luz.
Porque el anhelo profundo de la creación es aguardar ansiosamente la revelación de los hijos de Dios.La creación aguarda con ansiedad la revelación de los hijos de Dios.
Mas la misericordia del Señor es desde la eternidad hasta la eternidad, para los que le temen, y su justicia para los hijos de los hijos, para los que guardan su pacto y se acuerdan de sus preceptos para cumplirlos.Pero el amor del Señor es eterno y siempre está con los que le temen; su justicia está con los hijos de sus hijos, con los que cumplen su pacto y se acuerdan de sus preceptos para ponerlos por obra.
Hijos, no amemos de palabra ni de lengua, sino de hecho y en verdad.Queridos hijos, no amemos de palabra ni de labios para afuera, sino con hechos y de verdad.
Y vosotros, padres, no provoquéis a ira a vuestros hijos, sino criadlos en la disciplina e instrucción del Señor.Y ustedes, padres, no hagan enojar a sus hijos, sino críenlos según la disciplina e instrucción del Señor.
Pero a todos los que le recibieron, les dio el derecho de llegar a ser hijos de Dios, es decir, a los que creen en su nombre.Mas a cuantos lo recibieron, a los que creen en su nombre, les dio el derecho de ser hijos de Dios.
Pues todos sois hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús. Porque todos los que fuisteis bautizados en Cristo, de Cristo os habéis revestido.Todos ustedes son hijos de Dios mediante la fe en Cristo Jesús, porque todos los que han sido bautizados en Cristo se han revestido de Cristo.
Mirad cuán gran amor nos ha otorgado el Padre, para que seamos llamados hijos de Dios; y eso somos. Por esto el mundo no nos conoce, porque no le conoció a Él.¡Fíjense qué gran amor nos ha dado el Padre, que se nos llame hijos de Dios! ¡Y lo somos! El mundo no nos conoce, precisamente porque no lo conoció a él.
Pues si vosotros siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre celestial dará el Espíritu Santo a los que se lo pidan?Pues, si ustedes, aun siendo malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¡cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan!
¡Oh si ellos tuvieran tal corazón que me temieran, y guardaran siempre todos mis mandamientos, para que les fuera bien a ellos y a sus hijos para siempre!¡Ojalá su corazón esté siempre dispuesto a temerme y a cumplir todos mis mandamientos, para que a ellos y a sus hijos siempre les vaya bien!
Jesús dijo: En verdad os digo: No hay nadie que haya dejado casa, o hermanos, o hermanas, o madre, o padre, o hijos o tierras por causa de mí y por causa del evangelio, que no reciba cien veces más ahora en este tiempo: casas, y hermanos, y hermanas, y madres, e hijos, y tierras junto con persecuciones; y en el siglo venidero, la vida eterna.Les aseguro —respondió Jesús— que todo el que por mi causa y la del evangelio haya dejado casa, hermanos, hermanas, madre, padre, hijos o terrenos recibirá cien veces más ahora en este tiempo (casas, hermanos, hermanas, madres, hijos y terrenos, aunque con persecuciones); y en la edad venidera, la vida eterna.
¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen, que has obrado para los que en ti se refugian, delante de los hijos de los hombres!Cuán grande es tu bondad, que atesoras para los que te temen, y que a la vista de la gente derramas sobre los que en ti se refugian.
Como la sentencia contra una mala obra no se ejecuta enseguida, por eso el corazón de los hijos de los hombres está en ellos entregado enteramente a hacer el mal.Cuando no se ejecuta rápidamente la sentencia de un delito, el corazón del pueblo se llena de razones para hacer lo malo.
Hijos míos, vosotros sois de Dios y los habéis vencido, porque mayor es el que está en vosotros que el que está en el mundo.Ustedes, queridos hijos, son de Dios y han vencido a esos falsos profetas, porque el que está en ustedes es más poderoso que el que está en el mundo.
Y ahora, hijos, permaneced en Él, para que cuando se manifieste, tengamos confianza y no nos apartemos de Él avergonzados en su venida.Y ahora, queridos hijos, permanezcamos en él para que, cuando se manifieste, podamos presentarnos ante él confiadamente, seguros de no ser avergonzados en su venida.
La vid se seca, y se marchita la higuera; también el granado, la palmera y el manzano, todos los árboles del campo se secan. Ciertamente se seca la alegría de los hijos de los hombres.La vid se marchitó; languideció la higuera; se marchitaron los granados, las palmeras, los manzanos, ¡todos los árboles del campo! ¡Y hasta la alegría de la gente acabó por marchitarse!
Y estas palabras que yo te mando hoy, estarán sobre tu corazón; y diligentemente las enseñarás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes.

A la viuda y al huérfano no afligiréis. Si lo afliges y él clama a mí, ciertamente yo escucharé su clamor, y se encenderá mi ira y os mataré a espada, y vuestras mujeres quedarán viudas y vuestros hijos huérfanos.No explotes a las viudas ni a los huérfanos, porque, si tú y tu pueblo lo hacen, y ellos me piden ayuda, yo te aseguro que atenderé a su clamor: arderá mi furor y los mataré a ustedes a filo de espada. ¡Y sus mujeres se quedarán viudas, y sus hijos se quedarán huérfanos!
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Versículo de la Biblia del día

Mejor es el lento para la ira que el poderoso,
y el que domina su espíritu que el que toma una ciudad.

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Versículo de la Biblia al Azar

Clama a mí, y yo te responderé y te revelaré cosas grandes e inaccesibles, que tú no conoces.Siguiente versículo!Con imagen

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