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Versículos de la Biblia sobre 'Juan 3 18'

  • El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios.
  • Respondió Jesús y le dijo: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios.
  • Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.
  • Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.
  • Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
  • Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
  • Mas el que practica la verdad viene a la luz, para que sea manifiesto que sus obras son hechas en Dios.
  • Es necesario que él crezca, pero que yo mengüe.
  • El que cree en el Hijo tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo no verá la vida, sino que la ira de Dios está sobre él.
  • Mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna.
  • Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren.
  • Trabajad, no por la comida que perece, sino por la comida que a vida eterna permanece, la cual el Hijo del Hombre os dará; porque a éste señaló Dios el Padre.
  • Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que creáis en el que él ha enviado.
  • Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
  • Yo soy el pan vivo que descendió del cielo; si alguno comiere de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo daré es mi carne, la cual yo daré por la vida del mundo.
  • El que come mi carne y bebe mi sangre, en mí permanece, y yo en él.
  • Como me envió el Padre viviente, y yo vivo por el Padre, asimismo el que me come, él también vivirá por mí.
  • ¿Pues qué, si viereis al Hijo del Hombre subir adonde estaba primero?
  • Jesús les respondió y dijo: Mi doctrina no es mía, sino de aquel que me envió.
  • Entonces Jesús dijo: Todavía un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que me envió.
  • En el último y gran día de la fiesta, Jesús se puso en pie y alzó la voz, diciendo: Si alguno tiene sed, venga a mí y beba.
  • El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.
  • Otra vez Jesús les habló, diciendo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
  • Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en él: Si vosotros permaneciereis en mi palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
  • Jesús les respondió: De cierto, de cierto os digo, que todo aquel que hace pecado, esclavo es del pecado.
  • Así que, si el Hijo os libertare, seréis verdaderamente libres.
  • Vosotros sois de vuestro padre el diablo, y los deseos de vuestro padre queréis hacer. El ha sido homicida desde el principio, y no ha permanecido en la verdad, porque no hay verdad en él. Cuando habla mentira, de suyo habla; porque es mentiroso, y padre de mentira.
  • Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
  • El ladrón no viene sino para hurtar y matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
  • Yo soy el buen pastor; el buen pastor su vida da por las ovejas.
  • Y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Yo y el Padre uno somos.
  • Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá. Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
  • Jesús le dijo: ¿No te he dicho que si crees, verás la gloria de Dios?
  • Si alguno me sirve, sígame; y donde yo estuviere, allí también estará mi servidor. Si alguno me sirviere, mi Padre le honrará.
  • Vosotros me llamáis Maestro, y Señor; y decís bien, porque lo soy.
  • Pues si yo, el Señor y el Maestro, he lavado vuestros pies, vosotros también debéis lavaros los pies los unos a los otros.
  • De cierto, de cierto os digo: El siervo no es mayor que su señor, ni el enviado es mayor que el que le envió.
  • De cierto, de cierto os digo: El que recibe al que yo enviare, me recibe a mí; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.
  • Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros; como yo os he amado, que también os améis unos a otros.
  • En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros.
  • No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios, creed también en mí.
  • En la casa de mi Padre muchas moradas hay; si así no fuera, yo os lo hubiera dicho; voy, pues, a preparar lugar para vosotros.
  • Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.
  • Si me conocieseis, también a mi Padre conoceríais; y desde ahora le conocéis, y le habéis visto.
  • Felipe le dijo: Señor, muéstranos el Padre, y nos basta.
  • De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores hará, porque yo voy al Padre.
  • Y todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, lo haré, para que el Padre sea glorificado en el Hijo.
  • Si me amáis, guardad mis mandamientos.
  • Y yo rogaré al Padre, y os dará otro Consolador, para que esté con vosotros para siempre.
  • No os dejaré huérfanos; vendré a vosotros.